domingo, 11 de septiembre de 2016

La crítica visión rusa sobre el consumismo y la transculturación



Por María Celeste Vargas y Daniel Lara (Los Anima-Dos)

Desde que conocimos el trabajo del estudio de animación ruso Pilot, nos hemos vuelto admiradores de sus cortometrajes. Y entre tantos que han realizado, nos llamó la atención en especial uno titulado Poumse, realizado en 1990 y dirigido por Mikhail Aldashin, quien también escribió el guion y diseñó los personajes.
            En este divertido filme, podemos ver a un explorador blanco llegando, por medio de un pequeño bote de remos, a una isla habitada por una tribu de nativos, quienes lucen un atuendo muy particular y acorde al ambiente del lugar (aquí, quizá, en el corto se abusa un poco del estereotipo). Al principio, los nativos no parecen tomar en cuenta al explorador, pero cuando éste extrae de la caja que lleva cargando una serie de artículos aparentemente brillantes y llamativos, la situación cambia.
            A lo largo de sus casi cuatro minutos y medio de duración, Poumse resulta una excelente crítica tanto al consumismo imperante en la sociedad occidental, que nos llena de artículos suntuarios e innecesarios, como a la transculturación, proceso que se origina cuando una cultura dominante impone a otra su forma de vida a través de la ideologización o el comercio (como en el caso del corto). Por la fecha en que fue realizado, el filme parece criticar también a la entonces incipiente globalización.
            En cuanto a la técnica, el corto muestra un dominio magistral del dibujo animado como herramienta para contar una excelente historia cómica con su correspondiente matiz de crítica social. El diseño de los personajes y escenarios recuerda el estilo de Bruno Bozzetto, aquél extraordinario animador italiano. El timing es perfecto en los gags, los cuales están articulados a la esencia del relato y no se sienten forzados ni que sobren. Los sonidos ambientales, la música y las voces (que más bien son gritos, risas y sonidos guturales) también guardan una relación armónica con la narración. El uso de los elementos básicos de los dibujos animados (estiramientos, aplastamientos, takes, elementos inverosímiles) ocasiona que el espectador ría a carcajadas pero también reflexione. El final es por demás comunicativo en cuanto a la intención del corto.
            No cabe duda de que el trabajo del estudio Pilot nos demuestra, una vez más, que un relato bien contado es la esencia de cualquier producción animada. Hasta la próxima y… ¡Anímense a opinar!

5 comentarios:

  1. MIGUEL ANGEL VARGAS C11 de septiembre de 2016, 10:34

    INTERESANTE , MUY BIEN SITUADO EN EL ESPACIO Y MOMENTO EN EL CUAL SE LANZO, UNA ANIMACIÓN QUE SE MUESTRA CLARA EN LOS ELEMENTOS DE LA CRÍTICA CONSUMISTA, ¡FELICIADES¡ BUEN TRABAJO.

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    1. Gracias por tus comentarios. Te recomendamos buscar las producciones del Estudio Pilot en youtube.

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    2. Aquí nuestro trabajo, un saludo desde Moscú https://www.youtube.com/channel/UC7oeCCYa2ZPbpgKoFBIA36g/videos

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  2. Excelente reseña, gracias por compartir y difundir nuestro trabajo comprometido. Un saludo desde Moscú.

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    1. Gracias a ustedes por su trabajo y las risas nada forzadas. Saludos desde México, Los Anima-Dos.

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