lunes, 17 de noviembre de 2014

De la nahuala a las momias... leyendas animadas

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez (Los Anima-Dos)



Nunca en la historia de la animación mexicana una idea había logrado desarrollar una trilogía de películas y, por lo tanto, convertirse en una franquicia. En este mes, esto se logró con el estreno de “La leyenda de las momias de Guanajuato”, tercera cinta que narra las aventuras de Leo San Juan y sus amigos durante los tiempos de la Nueva España, en diferentes escenarios del país.
                Ya se siente un tanto lejano aquel año de 2007, cuando el estudio Animex 2D estrenó su primer largometraje, dirigido por Ricardo Arnáiz, titulado “La leyenda de la nahuala”. A pesar de sus notables fallas técnicas de guión, la película logró cierto éxito en taquilla y llamó la atención por su intento de rescate de algunas tradiciones mexicanas relacionadas con el Día de Muertos, así como por contar en su elenco con diversas voces de actores talentosos.
    Para el 2011, cuando los derechos de los personajes ya pertenecían a Ánima Estudios, llegó a las pantallas la secuela, titulada “La leyenda de la llorona”. En esta ocasión, los personajes creados por Arnáiz, ahora en manos de otro director (Alberto Rodríguez), se enfrentaron a la mismísima Yoltzin, o la llorona, como se conoce en el imaginario mexicano. En esta segunda entrega, el estudio logró mejorar la calidad de la animación que vimos en “la nahuala”, además de construir personajes más entrañables y complejos, sobre todo con la aparición de “Kika”, una niña extrovertida y divertida que logró arrancar risas a muchos espectadores, sobre todo niños (gracias también a la excelente labor de la actriz Mónica del Carmen). Es de destacar la excelente secuencia en la que se narra el origen de los lamentos eternos de la mujer que perdió a sus hijos y que aún causa miedo a muchos mexicanos. El estilo de dibujo que se empleó  en dicha secuencia, así como la paleta de colores y la fluidez en la narración logran como resultado un recurso narrativo eficaz, creativo y que da fuerza al guión. El hecho de que algunos personajes hablen en náhuatl le otorga identidad nacional a la película (algo que hace mucha falta en el cine mexicano en general). De igual manera, es de destacar el uso del 3D en algunas escenas como aquella en donde el globo vuela sobre Xochimilco: la técnica es bien utilizada y empata muy bien con los personajes en 2D.  Y, finalmente, sobre la solidez en los personajes, resalta la estructuración de la llorona como antagonista de la historia.
                En este año, la trilogía al parecer cierra con la nueva entrega, “La leyenda de las momias de Guanajuato”. En esta ocasión, Leo y sus compañeros (el alebrije, don Andrés, Teodora y las calaveritas de azúcar, más nuevos personajes que se les unen como el par de diablillos y otro alebrije “rasta”), deben resolver el misterio que ocasiona que habitantes guanajuatenses se conviertan en momias y rescatar a Xóchitl.
                Desafortunadamente, la calidad de esta tercera película resulta inferior a su predecesora, no técnicamente (puesto que la animación es fluida), pero sí en cuanto a la agilidad de la historia narrada y la construcción de los personajes. A diferencia de “la llorona”, ningún personaje logra conectar con los espectadores (el más divertido resulta el nuevo alebrije), el relato es disparejo y hay algunos cabos sueltos en relación con las otras dos películas. En cuanto al estilo general, éste varía en relación con las dos primeras cintas: el diseño de personajes nos hizo pensar en “La revolución de Juan Escopeta” más que en una cinta de Ánima Estudios.
                No se sabe si habrá otra entrega de las aventuras de Leo, pero es de aplaudir que una historia original haya logrado la producción de tres largometrajes (aunque se haya cambiado de estudio); también el hecho de rescatar la cosmovisión mexicana y la importancia de la tradición oral de nuestros pueblos; es plausible que en estas cintas se refleje mucho de la cultura mexicana en detalles tan aparentemente simples como los utensilios de cocina, la vestimenta o las casas.
                Finalmente, es muy rescatable y digno de reconocimiento que el estudio siga intentando producir películas que se sientan mexicanas. Lástima que no han alcanzado su empeño de producir y estrenar un largometraje por año, porque debemos reconocer que de su primera producción “Magos y Gigantes” a “La leyenda de las momias de Guanajuato” se nota una evolución palpable en el dominio de la técnica de animar y eso es muy sano por donde quiera que se le vea.
                Por el momento, es todo, pero… ¡Anímense a opinar!