domingo, 14 de agosto de 2011

¿Eso es todo, amigos?


Hace más de diez años que comenzamos a adentrarnos en el largo camino de la animación. En aquel entonces no sabíamos a dónde nos llevarían nuestros pasos, pues la combinación de la mente que razona (Daniel) y la que siempre sueña (quien escribe) podía ser productiva. Cuando uno camina por un nuevo sendero no sólo lleva los ojos abiertos para poder dar pasos firmes, sino que lo hace con la mente despejada para descubrir los diversos parajes con los que pude tropezar: así se enriquece el camino. Nosotros encontramos espacios muy nutridos (información, historia, materiales, videos), pero lo más importante de ese andar es que descubrimos personas valiosas que nos dieron la mano y nos ayudaron a seguir.

La mayoría de las veces los pies siguen por el mismo camino. Otras los pasos se desvían por estrechos y olvidados senderos, y hay algunas más donde se detienen intempestivamente. En estos momentos es difícil decir cuál de estas opciones tomarán nuestros pasos. ¿Por qué? En diez años hemos escarbado, desenterrado la historia de la animación en México, sin apoyo, porque como a muchos, se nos ha negado. Mas eso no nos detuvo. Lo poco que hemos logrado (siempre nos gustaría que fuese más) lo hemos hecho, también como muchos, con nuestros recursos. Ha sido complicado lidiar con una serie de altibajos, que son los que dan sabor a la vida, pero llega un momento en que se debe decidir qué camino seguir andando. Para ello, el viajero se reconforta sobre una elevada roca, bebe lentamente un poco de agua y, sin más, cavila.

En este momento hacemos eso, pues hace ya algún tiempo escuché una cita que ahora parafraseo ya que no recuerdo con certeza cómo es ni quién es el autor: “Si llegas a copiar un libro lo pueden llamar plagio, pero si copias de varios seguramente lo llamarán investigación”. Hago mención de ello debido a que durante diez años, hemos tenido que enfrentar a “entes profesionales”, “genios de la noticia” e “intrépidos creadores” (que se esconden en sus propios parajes) a quienes la tecnología les ha enseñado que la palabra escrita en una pantalla no tiene autor ni valía y por lo tanto no existe problema alguno si la hacen propia. Nuestro trabajo ha pasado a ser de muchos, quienes sólo parecen colocar con cinta adhesiva su nombre sobre nuestras letras. Estos hechos me dicen, sentada sobre esa piedra, que quienes roban, copian, hurtan (llámenle como quieran), se caracterizan por la ineptitud, poco profesionalismo y una notable falta de ética y respeto a sí mismos y a su trabajo. Gente como ésta es la que en este momento me hace dudar para seguir caminando por el mismo sendero, y aunque al final ellos seguirán siendo lo que son (los vicios no se desechan así nada más, pues como diría un gran pensador: “hay que sacarlos a la escalera y tirarlos peldaño a peldaño”) ya no deseo seguir haciéndoles más fácil su labor.

Así que lo único que sé en este momento es que un largo descanso se acerca. Desconozco si continuaremos con este espacio que nos ha dado muchas satisfacciones, pero las palabras no crecerán en la imaginación y no serán plasmadas en el papel por algunos meses. En lo particular deseo darles las gracias a todos quienes se tomaron la molestia de leer nuestras publicaciones, de dar sus opiniones, de apoyarnos, de refutarnos… de recordarnos de vez en cuando (al final caminamos por el mismo sendero). Durante este tiempo el Blog de Animación Mexicana llegó a varios países: Singapur, China, Corea, Nueva Zelanda, Filipinas, Egipto, Emiratos Árabes, Reino Unido, Países Bajos, Suecia, Italia, Alemania, España, Francia, Dinamarca, Hungría, Ucrania, Eslovenia, Georgia, Rusia, Canadá, Estados Unidos, Uruguay, Panamá, Cuba, República Dominicana, Guatemala, Costa Rica, Brasil, Perú, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Venezuela y Bolivia, siendo éstos los lugares a donde nuestro blog llevó, de alguna manera, LA ANIMACIÓN HECHA EN MEXICO. Gracias a todos los lectores de esas tierras y, desde luego, gracias a los lectores mexicanos.

Si nuestros pasos vuelven a caminar por aquel sendero, esperamos seguir haciéndolo juntos, de no ser así, GRACIAS A TODOS.

María Celeste Vargas Martínez




El blog de Animación Mexicana nació en 2007 con un objetivo muy preciso: acercar a los interesados en el tema, información sobre la animación en México, tanto histórica como actual. Nuestra idea era que no les pasara lo que a nosotros: tener que buscar por todos lados, muchas veces sin éxito, datos sobre este poco estudiado tema. En ese sentido, el blog, durante el tiempo que se ha mantenido, parece haber cumplido tal objetivo.

Sin embargo, y como siempre sucede, hay personas que abusan de lo que otros les ofrecen. Y, en estos cuatro años, hemos sabido y nos ha constado (y no dudamos que haya muchos otros casos más de los que no sabemos) de “expertos en animación” que han tomado información de este blog para preparar conferencias, escribir artículos y otras lindezas, sin citar la fuente original. Eso, en nuestro pueblo, se llama plagio y es una muestra de muy poca… ética.

Lo peor es que, tales expertos, artistas, publicistas, periodistas y demás “profesionistas” han cobrado por dichos plagios, mientras nuestro blog, de manera gratuita, les ha proveído de materia prima para sus trabajos.

No estamos dispuestos a seguir manteniendo a este tipo de personas, por muy importantes, famosos o influyentes que sean. Por esto y porque, desafortunadamente, hemos encontrado poco apoyo de la “industria” animada (excepto maravillosos seres humanos que nos han abierto su confianza y sus memorias), hemos decidido parar por un rato (qué tan largo, aún no lo sabemos) con este espacio.

Personalmente, como lo hizo Celeste en las líneas anteriores, agradezco a todos los lectores que estuvieron al pendiente de nuestras letras, así como a aquellos que enviaron comentarios, a favor o en contra, de las mismas. Incluso, agradezco a nuestros detractores, a quienes nos criticaron, nos insultaron, nos plagiaron o quisieron que obedeciéramos a sus intereses en este blog.

Gracias a todos y, si no nos “vemos” en este espacio, quizá en otros sí. Y si tampoco es así, de todas formas: gracias.

Sólo para terminar: los mejores deseos para que la animación mexicana, algún día, sea algo serio.

Daniel Lara Sánchez

Espektro regresa con Los Bandidos de Artabán

¡Saludos, animados!

Nuestros amigos de Espektro Films nos hicieron llegar información sobre su siguiente proyecto: "Los Bandidos de Artabán", que se ve muy prometedor. A continuación, les compartimos, tal cual, la reseña que, sobre la película, nos comparten sus autores. ¡Suerte a Espektro Films!

"Los Bandidos de Artabán" es un largometraje de animación de la casa productora ESPEKTRO que narra la historia de un mundo postapocalíptico cubierto por el mar donde un grupo de niños tendrá que rescatar a su mejor amiga de las garras de un temible pirata, ya que ella es la clave para encontrar un tesoro perdido que puede cambiar el destino de la humanidad. Dirigida y escrita por Héctor Bustamante, animador desde hace 10 años y que ha trabajado en proyectos como "Juegos Panamericanos: Escuadrón 2011", busca darle al público una historia entretenida y una pequeña reflexión sobre el amor a la vida. Inspirada en las series animadas norteamericanas y japonesas que llenaban la televisión mexicana de los años 80, es una historia que combina el drama y la aventura enmarcada con un estilo de animación preciosista con fondos detallados y un diseño de personajes muy cuidado.
Bajo la producción ejecutiva del reconocido Fernando Gou, ésta película busca posicionarse entre los aficionados a la animación rindiendo homenaje a grandes voces del doblaje mexicano como Marcos Patiño y Paty Acevedo, quienes ocupan planos estelares junto a otros jóvenes pero ya consagrados talentos como Cynthia de Pando, Cristina Hernández y Gabriel Ortiz. Dentro del talento de animación cuenta con artistas de trayectoria como el respetado historietista Edgar Clément a cargo de la Dirección de Arte, y el estudio EsComic.
Aún en fase de preproducción, el proyecto busca levantar el interés y apoyo del público por medio de las redes sociales y medios alternativos para crear un fan-base que le permita llegar hasta las salas de cine. La producción durará año y medio para darle espacio a la calidad artística.

Título: Los Bandidos de Artabán
Género: Aventura / Animación 2.5 D
Dirigida y escrita por Héctor Bustamante
Producida por César Alarcón, Jesús Javier Ochoa y Héctor Bustamante
Productores ejecutivos: Fernando Gou y Liliana Bravo
Historia original de Héctor Bustamante y Marco León

miércoles, 10 de agosto de 2011

"Hacer animación es como velar a un enfermo desde la cabecera"

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez (Los Anima-Dos)

Segunda y última parte



Anima-Dos: Una de las razones del poco desarrollo de la animación en México sería la falta de trabajo en equipo, pero en cuanto a la técnica, ¿cuál sería el problema, la falla?

Fernando: Me ha tocado ir a estudios donde mueven lo justo y necesario que se tenga que mover. Si va a hablar el personaje sólo mueve la boca y ya, si va a señalar, nada más mueve el brazo, o sea, hacen nada más lo que se llama animación limitada, que eso es muy común para televisión. Si tú ves por ejemplo a “Los Picapiedra”, aunque ya quisieran estos señores animar así, yo tuve la fortuna de conocer sobre todo a Joseph Barbera… haz de cuenta, aquí tenemos los diálogos de Pedro Picapiedra en un close-up, y hay 16 posiciones de su boca o de su cara y las vas repitiendo durante toda la serie, pero es una serie de televisión…

Anima-Dos: Y a final de cuentas, en esos tiempos, esa era una característica de la animación en televisión…

Fernando: Y el caminadito siempre era el mismo, pero ésa era una serie de televisión. En un largometraje no, en un largometraje hay algo muy importante que en Estados Unidos le llaman los key animators, que son los animadores clave. Yo tengo 5 o 6 animadores clave que son los fregones, debajo de ellos están los animadores B, que también son animadores pero ya no tienen la calidad de los otros y luego vienen asistentes e intercaladores. A cada animador clave le doy un personaje y durante toda la película sólo hace a ese personaje. Hubo un animador que es Moisés Velasco que nada más hizo la figura femenina en “Los Tres Reyes Magos”: hizo a la Virgen María, a las esposas de los Reyes y a la Sirena… Él sólo hizo figuras femeninas. Hubo otros que nada más hicieron a los animales. Otros dos animadores nada más hacían a Murcio y otros sólo hicieron a los reyes. Y uno en especial, el pibe Baña, que sólo hacía al demonio. Por eso todos los personajes tienen un movimiento individual y único para que no salten. Tienes que especializar: “éste es un fregón haciendo a los animales, éste es un fregón animando niños, éste para la figura femenina, éste para los villanos…”.

Anima-Dos: Parte del problema de la calidad de la animación en México, ¿tiene que ver entonces con una actitud de ahorrar tiempo y dinero?

Fernando: Sí, todo quieren que se haga rápido y que les cueste poco. Ése es el problema. Una de las características de un director de dibujo animado es precisamente saber qué animador te va a trabajar mejor determinada escena o determinado personaje. Pero si yo no conozco a mis animadores porque mis animadores están en Taiwán; si mi animador principal hace una escena mal y está en Argentina…

Anima-Dos: Ya hablamos de la calidad de la animación, de los problemas de unión, ¿y en cuanto a las historias que se animan en la actualidad, qué nos puede decir?

Fernando: Efectivamente, la base de cualquier película es la historia y muy en especial para las películas de animación. Cuando nosotros hicimos “Los Reyes Magos”, que me mandó llamar el señor Rodolfo Echeverría, que en paz descanse, me dijo: “Tengo un muy buen argumento de una gran escritora mexicana, Rosario Castellanos, que yo no lo he querido hacer en cine porque creo que se debe de hacer en animación”, por eso me mandaron llamar cuando supieron que yo hacía animación y vieron mis trabajos y decidieron dármelo a mí. Para esto, él checó con Disney si efectivamente yo había estado allá y habló por teléfono con Dan MacManus y qué bueno porque el señor quería checar dónde había yo aprendido. Entonces me dijo: “Tengo un argumentista que es el señor Adolfo Torres Portillo a quien le voy a dar el argumento para que haga el guión”. Al poco tiempo llegan con el guión, me lo dan, lo leo y hablo con Max Vega Tato que era el director de CONACINE, no podía tampoco hablar con Rodolfo pero sí con Max que era la cabeza y le dije que era un buen guión para actores, pero no para dibujo animado. “¿Por qué, cuál es la diferencia?”, entonces me senté con él y le expliqué, me dio la razón y me pidió decirle a Adolfo que lo arreglara. “Oiga, pero me da pena con él, es un figurón, un guionista muy famoso y cómo voy a ir yo, un escuincle baboso a decirle que está mal su guión, por eso vengo por usted”; pero lo mandó llamar, “a ver, Fernando, explícale al señor”, y ya le expliqué y se me quedó viendo como diciendo: “Escuinclito tonto”, “ah, sí, ya entendí”. Hizo un segundo guión, tampoco sirvió. Hizo 7 hasta que les dije: “Éste sí funciona” y cuando hice el storyboard todavía le cambié un chorro de cosas. Adolfo y yo hicimos una gran amistad, me entendió y me dijo: “Fer, qué razón tenías, no sabía yo de qué estaba hablando y te agradezco que me hayas enseñado esto”. Me di cuenta de que no es nada más tener un buen guionista, sino un guionista que entienda qué es el dibujo animado. El dibujo animado tiene una serie de características muy claras. Tú cuando vas a ver una película de animación esperas encontrar algo diferente de una película de actores. El señor Disney decía, perdón que lo cite tanto pero creo que es por algo, me tocó estar en muchas pláticas que dio y le aprendí mucho, él decía: “Si vas a hacer una película de animación que la puedes hacer con actores, no pierdas tu tiempo ni tu dinero y hazla con actores”. El dibujo animado tiene ciertas características de fantasía que no tienen las películas en acción viva. Esa película que hicieron cuando empezaba la animación por computadora, que se llamaba fantasía no sé qué…

Anima-Dos: Final Fantasy…

Fernando: Ésa. Yo la vi y no tenía nada característico de la animación, la hubieran hecho con actores y punto. Es algo que creo que no se ha acabado de entender completamente. No porque hagamos caricaturas ya es algo ideal para el dibujo animado, no, sino el hecho de que tenga ciertos elementos de fantasía. Yo puedo hacer una película donde los personajes dibujados sean muy reales, pero que tenga una serie de elementos de fantasía que le voy a poner para agradar al público que no va a ver esos elementos en una película de acción viva.

Anima-Dos: ¿Y eso lo ha logrado la animación mexicana?

Fernando: La mayoría de las que yo he visto, no. En primer lugar, les falla la consistencia de la historia. Que haya una historia interesante. Luego que esa historia tenga esos elementos de fantasía que me van a agradar a mí como público y eso me va a llevar a volverla a ver. Yo no lo he visto, desgraciadamente, en las películas mexicanas actuales. Cuando sacaron ésta de “Magos y Gigantes” yo dije “pues voy a verla”, es la primera que se hacía en… aunque la anunciaron como la primera… es de risa loca: hubo cuatro antes nada más. Yo pensé que iba a tener algo de ese elemento, luego hicieron “Imaginum” y estuvo peor, luego hicieron “El agente 00P2”, bueno ya, por favor… (ríe).

Anima-Dos: ¿Cómo ha visto usted la evolución que ha tenido la animación en México? En otros países ha sido una evolución muy rica porque se ha empezado de nada y se ha hecho una industria. Después de “Los Tres Reyes Magos”, se hacen otros largometrajes y luego hay un silencio enorme hasta la actualidad.

Fernando: Es muy triste. Lo que pasa es que mi situación es muy difícil porque yo hice la primera, pero ya desde el punto de vista crítico y real, les doy mi palabra que si yo hubiera visto una película que superara la calidad de “Los Tres Reyes Magos”, lo hubiera yo aceptado y por una sencilla razón: la competencia es buenísima, es un elemento sensacional porque te obliga a superarte y en México no hay competencia porque cada vez ha ido peor y desgraciadamente lo vemos. Ánima Estudios produce “Magos y Gigantes”, “Imaginum” que es peor y luego siguen con una serie de películas que van peor, peor y peor. Van para abajo como largometrajes. Ricardo Arnáiz hace un trabajo regular en “La leyenda de la Nahuala” y malo en “Nikté”. Entonces, vamos para abajo. El señor Benito Fernández hace una película que se llama “Sabel” y que nadie la quiere distribuir.

Anima-Dos: ¿A qué cree que se deba ese retroceso?

Fernando: No lo entiendo. No te puedo dar una razón lógica a qué se debe, porque yo creo que una de las cosas que cualquier artista busca es la superación de su propia obra. Yo creo que lo que sucede es que no hay en los productores que realizan esto el verdadero sentido del arte. Uno de los problemas principales que yo veo es que el director y productor de las películas no son dibujantes… no saben de animación, no conocen el arte de la animación. Un día platicando con alguien le dije: “Oye, a un animador hay que pagarle bien, un animador lleva a cabo un trabajo muy difícil”, “¿pues cuánto le piensas pagar a un animador?”, “pues ya muy chafa, 20 mil pesos al mes”, “¿estás como loco? ¡Un gerente de banco no gana eso!”. Yo dije: “Perdón, ¿cuántos gerentes de banco hay en México? Hay miles, mano, ¿cuántos animadores hay en México?”. No le dan el valor al dibujante ni al creativo porque no lo tienen ellos. ¿Cómo le voy a dar un valor artístico a mi película si yo no soy un artista? Vamos a ver: los grandes realizadores de animación… Miyazaki, Disney, Max Flesicher, Walter Lantz, Hanna y Barbera eran dibujantes, eran animadores… eran artistas.

Anima-Dos: ¿Y qué opina de que este tipo de gente, que en realidad no sabe o no está metida en la animación se ponga a hacerla o sean los que dirigen las empresas o los estudios o las películas de animación y sean los que estén guiando a la animación?

Fernando: Bueno, en primer lugar, no están guiando a la animación, están haciendo una pésima animación. Guiar a la animación es otra cosa: es darle un camino, una ascensión, es enseñar a los animadores. Pero cómo vas a enseñar a los animadores si tú no eres animador. ¿Por qué en el estudio de Anim-Art han salido tantos y tantos animadores? Porque la cabeza de Anim-Art, un tal Fernando Ruiz, es animador, es dibujante y aprendió con Disney y estudió la carrera de Director de cine. Entonces, ¿qué opino de estos señores? Que se dediquen a vender perros en la Merced. Ésa es mi opinión. Que dejen de hacer cine, porque el cine es un arte de nuestra época, es un arte maravilloso y el dibujo animado con mayor razón. Si son muy buenos negociantes, que pongan una tiendita, que se pongan a vender terrenos o que se pongan a vender coches, pero que no hagan cine, por favor. Que no hagan animación porque no saben realmente lo que es el arte del dibujo animado. El dibujo animado se trae en la sangre, se trae adentro, lo amas, es parte tuyo. Cuando yo tenía 8 años decidí hacer dibujo animado, ahorita voy a cumplir en diciembre 70 años y sigo haciendo animación y hay veces en que me he estado muriendo de hambre, pero seguiré haciendo dibujo animado porque es mi vida, porque lo amo, porque es parte de mi existencia.

Anima-Dos: Entonces, ¿cree usted que en verdad haya una industria animada en México?

Fernando: Por supuesto que no. No la veo. Hace años la había: estaba el estudio de Thompkins, estaban los estudios de Gamma, hicieron Los Supersabios… la había. Ahorita no la hay, perdónenme. No existe.

Anima-Dos: Y para aquellos que dicen que hay una industria de la animación que está creciendo, que hay un boom de la animación, que van a llevar a la animación mexicana a nivel internacional, ¿qué les diría?

Fernando: (Suspira) Que ojalá que algún día esta gente piense realmente cómo debe ser la industria de la animación. La animación que están haciendo ahorita a mí me daría vergüenza que la sacaran del país. Me muero de pena. Porque además ellos están logrando algo: nos han fregado a los que de veras hacemos animación. Porque una de las cosas que dijeron en FIDECINE es que la animación 2D ha sido un fracaso. A ellos les debemos esto. A ellos les debemos lo que nos está costando a los que realmente queremos hacer y continuar haciendo animación.

Anima-Dos: ¿Cómo se siente al tener que enfrentarse a esta gente que no sabe animación pero que está al frente de los estudios construyendo la supuesta industria animada y está manipulando a las instituciones que son las que les dan dinero?

Fernando: Pues me da mucho coraje. Siento mucho coraje porque están desprestigiando la animación. México es un país en el que somos tradicionalmente artesanos. Nuestra historia artesanal es de siglos atrás. A mí lo que menos me ha costado es conseguir dibujantes. En México hay un talento para todas las cosas artísticas y ahí está la prueba: Hemos tenido grandes artistas, grandes pintores, grandes historietistas, hemos tenido todo esto. Entonces me da coraje que esta gente que no sabe, no entiende el arte de la animación ahora me estén hablando de que están impulsando a la animación mexicana. Me da risa y le pido a Dios que estos señores desaparezcan y llegue gente que en verdad sepa, conozca y valore el trabajo de la animación.

Anima-Dos: ¿Y qué le diría usted a las instituciones que son los encargados de dar el dinero, después de que están apoyando a estas producciones que no han tenido buenos resultados en taquilla y dejan de lado cosas que probablemente valgan más la pena?

Fernando: Esta reflexión que tú estás dando es muy importante. Me acaba de pasar. ¿Qué le diría yo a FIDECINE? Señores: abran los ojos, valoren realmente en dónde está la calidad. Las empresas mexicanas que han apoyado en base al artículo 226 por medio de EFICINE a las películas de animación, como fue Televisa, como fue Carlos Slim, como fueron bancos, que realmente abran los ojos y que se den cuenta de lo que vale y de lo que no vale. Yo tuve una experiencia a principios de este año de la CANACINE que me han apoyado mucho, ellos sí me han apoyado. Me han orientado, me recomendaron mucho con una casa distribuidora, no recuerdo mucho el nombre pero ustedes van a saber de quién se trata. Me dijeron: “Lleva tu proyecto de Balam, te vamos a apoyar nosotros. Ve a ver a Fulana, una señora muy amable, llévales tu proyecto, te van a apoyar”. Llegué a esta empresa a ver a esta señora, y llevo todo el proyecto de Balam: dibujos, el demo de animación, el guión. Me escuchó con toda paciencia. “Señor Ruiz: Su proyecto está muy bonito, realmente tiene una alta calidad, pero sabe qué, si yo llevo ahorita este proyecto con mi jefe y nada más le digo que es dibujo animado me saca a patadas de su oficina y me corre de la empresa.” ¿Sabes por qué? Porque ellos fueron los distribuidores de “Héroes Verdaderos”. “Gastamos, señor Ruiz, una cantidad de dinero como no tiene usted idea. Todavía, poco antes de acabar la película, nos pidieron más dinero y se los dimos y nunca nos dejaron ver la película, porque nos decía el señor Kuri: No, no, no la película va a ser un hitazo, pero quiero que la vean hasta el final, a ustedes se las voy a enseñar hasta que esté totalmente terminada”. Y sí fue un hitazo, un hitazo en los bajos que les dieron a estos pobres porque perdieron hasta… Entonces, me dice esta señora: “Su proyecto está muy bueno, pero no puedo presentarlo”. ¡Fíjate el daño que nos están haciendo! ¡Fíjate el daño! Imagínate los distribuidores de “Brijes”, de “Nikté”, cuando yo llegue y diga: “Tengo una película en dibujos animados”. Mínimo me echan una trompetilla. Éste es el daño que nos están haciendo estas gentes. No solamente no están impulsando la animación, le están dando en la madre. Por favor, seamos claros. El señor Ricardo Arnaiz acaba de dar una plática en Puebla y dijo: “Me estoy yendo a Hollywood porque estoy viendo unos escritores para me hagan un guión para hacer una película mexicana”. Fíjate, decirle a los gringos que le hagan un buen guión para una buena película mexicana. Perdón, creo que estamos mal. Creo que andamos muy mal. Ahora bien, el problema efectivamente son las historias, creo que otros de los errores muy grandes que han cometido estos señores, como el señor de “Héroes Verdaderos”, como el señor Raymundo Juárez, ellos creen que: “Aquí está mi historia, mira qué fregona”. Cuando nunca en mi vida he estudiado cine ni sé lo que es el ritmo cinematográfico. En lugar de buscar el apoyo de un buen guionista, de un guionista que sepa trabajar esto.

Anima-Dos: Pero, ¿hay guionistas para animación en México?

Fernando: Te digo una cosa: no lo sé porque yo nunca los he buscado. Al único que busqué fue a Adolfo Torres Portillo y de ahí en fuera yo he hecho todos mis guiones. Es más, el guión de “Los Reyes Magos” yo lo acabé arreglando todo. Y el de “Oliver Twist” yo lo hice, el de la Virgen de Guadalupe yo lo hice, el guión de “La Señal” me dieron, bueno, una cosa es el argumento y otra cosa es el guión. De la Virgen de Guadalupe, la historia ya estaba, no la hice yo, yo escribí el guión. De “La Señal”, un señor como Felipe Garrido me hizo la historia, pero el guión lo hice yo, no lo hizo él.

Anima-Dos: ¿A qué se deberá, independiente de que sabemos que no hay guionistas en la animación, que la gente encargada de dirigir los estudios no sabe, ya no vamos a decir crear, sino elegir buenas historias ya existentes?

Fernando: Ése es el problema, ellos creen que como yo soy el director del estudio, escogen todo: “¡Ah, este guión va!”. No tienes ni idea señor, perdóname. Busca a alguien, asesórate con alguien que tenga un poquito de noción de cine. Hay buenos guionistas, y a lo mejor un guionista te dice: “¡Oye, este funciona!”… ¡por favor! Yo nunca he necesitado de un guionista, pero si te pones a buscar a lo mejor encuentras a alguien, ¡pero búscalo! No te sientas el Rey de mundo, ni te sientas el rey orquesta, no sientas que tú: yo dirijo, yo hago todo y yo fusiono todo. Cuando yo estuve en Puebla estuve platicando con un muchacho que trabajó con Ricardo Arnaiz, cuando él comenzó a hacer “Nikté” empezó a hacer los diseños que eran idénticos a “La Nahuala” y este muchacho le dijo: “Oye Ricardo, vamos a cambiarlos, ¿no?”. Y él dijo: “No, no, no, yo quiero que todo el mundo conozca mi estilo”. Disney tiene su propio estilo, sí, pero no repites tus personajes. Una cosa es el estilo y otra cosa es que repitas tu mismo personaje con otro traje. Entonces, dentro de tu estilo cada personaje se diseña, es lo que decía que el diseño de los personajes es muy importante, pero si yo me siento el rey del mundo: “Ah, no, mi personaje es éste, no le pregunto a nadie y me vale gorro la opinión de todos”.

Anima-Dos: Lo que hemos visto, por ejemplo en Estados Unidos, es que se da mucho que quienes están encargados de crear historias o hacer guiones en realidad son escritores que tienen conocimientos de cine. En México no se da así, ni en el cine de acción viva ni en el cine de animación y desgraciadamente el director o el productor de la película es el que cree que debe hacer el guión.

Fernando: Ése es el problema fundamental: ellos creen que son el ombligo del mundo y pueden hacer todo y no es cierto. Yo tengo por costumbre hacer una cosa que aprendí con Disney y no me da pena decirlo: cuando se termina el storyboard, yo reúno a mis animadores clave y se los enseño para pedir opiniones: “Oye Fer, yo creo que esto cámbialo”. Escuchas varias opiniones y no todos tienen razón, algunas cosas son muy buenas y otras no, pero escuchas opiniones. Lo hace Pixar. Oye, en aquellos maravillosos estudios de Halas & Batchelor, allá en Inglaterra, había reuniones de storyboard, lo analizaban, lo estudiaban a fondo. Yo tengo dibujantes que son creativos, ¡que me aporten! En “Los Reyes Magos” pasó una cosa muy curiosa: había un personaje que no existía en los guiones, Murcio, y cuando empezamos a hacer el storyboard a los dibujantes se les empezó a ocurrir, “oye, y por qué no metemos a este diablito”… y vean la importancia que tomó ese diablito. Una vez que Rodolfo Echeverría empezó a ver las pruebas me dijo: “Oye, ¿por qué no le cambiamos el título y le ponemos ‘Murcio y Los Reyes?” (ríe).

Anima-Dos: Ése es el trabajo en equipo. Además, las empresas en otros países no cuentan con un solo guionista para un largometraje, tienen más para estructurar una historia.

Fernando: En el dibujo animado hay algo muy interesante: yo hago el guión, pero repito, el guión es una guía, donde realmente le damos la forma a la historia es en el storyboard, ahí es donde pido la ayuda de muchos dibujantes, de muchos creativos, ahí es donde se enriquece. Y desgraciadamente, yo me he dado cuenta que aquí en México el storyboard lo hacen y ahí quedó y nadie pregunta, a nadie se los enseñan: no hay un trabajo de historia. El storyboard es un borrador de la historia, es un concepto de la historia.

Anima-Dos: Pero es imposible llegar a un buen storyboard cuando tienes una mala historia. Si desde el principio la historia está mal, el guión va a estar mal y el storyboard va a estar igual…

Fernando: ¿Ven por qué insisto en que es como velar un enfermo desde la cabecera? Todo tiene un proceso tan especial, tan curioso, que hay que manejarlo así…

Anima-Dos: Y volviendo las instituciones, ¿cree usted que de verdad están apoyando de la manera correcta a la animación mexicana?

Fernando: No, porque en primer lugar deberían existir dentro de IMCINE o si ya lo quieres llamar FIDECINE, gente que tenga el conocimiento de la técnica y del proceso de la animación: nadie lo conoce, nadie lo sabe. Cuando yo presenté la primera ocasión el proyecto, les dije: “Aquí van escenas del proceso del storyboard…”. ¿Sabes qué me dijo Víctor Ugalde?: “A ver, ¿y cómo es el storyboard?” ¡No tienen ni idea! No hay un conocimiento correcto de lo que es la animación. Las cosas las aprueban porque esa se ve mejorcita o más padre, o sea, no hay un análisis verdadero del trabajo ni del productor ni del director ni de la historia ni de nada. La apruebo o desapruebo porque me da la gana. No hago un estudio, no hago un análisis, entonces no hay un estudio de la manera correcta.

Anima-Dos: ¿Será que por eso se sigue viendo a la animación mexicana como un arte menor?

Fernando: Posiblemente…

Anima-Dos: Y como un negocio nada más pero sin la parte artística…

Fernando: Efectivamente. Yo creo que eso es muy cierto, es triste pero es cierto: “Miren, vamos a autorizar algunas películas de animación porque hay que hacerlo y punto, no porque me interese o no porque tenga realmente un valor”. Ésa es una realidad: no saben valorar lo que es la animación. En una ocasión en FIDECINE cuando estaba Danuta me dijo: “No Fer es que mira, tienes que ver cosas modernas, ahí está ‘Avatar’…”. “Danuta, ‘Avatar’ no es una película de animación, es una película de actores con efectos especiales”. “Ah, ¿qué no es animación?”. ¿Qué haces cuando alguien te dice eso? Yo no me estoy adornando ni nada, pero no he encontrado que haya una calidad comparable a lo que hemos hecho. Ustedes saben la historia de mi participación en “Los 10 Derechos del Niño”. Yo participé junto con diez estudios de animación a nivel mundial, entre ellos Halas & Batchelor y los grandes animadores rusos de ese momento, y en el festival de Cannes calificaron los mejores cortos, en ese orden: México, Rusia y Canadá. No es posible que ahorita se vaya para atrás, que se hagan las cosas al nivel tan pésimo, no digo malo, pésimo en que se están haciendo. No estoy criticando a los productores actuales por estar haciendo animación. No. Estoy pidiendo, con todo respeto, con todo cariño y afecto porque sé la dificultad que es hacer un dibujo animado, que lo hagan bien, que lo hagan a conciencia, que lo hagan en México, que apoyen a los mexicanos, y que se rodeen de gente de calidad y de valor artístico porque se pueden hacer cosas muy bellas en México. Cuando yo estuve en Disney, ellos comentaban mucho: “Ustedes los latinos tienen una intuición que nosotros no tenemos.” Los gringos son muy buenos pero muy técnicos, pero decían que los latinos, porque había muchos latinos en el estudio Disney, todavía tengo amistad con Rubén Procopio, artista argentino que trabajó allá muchos años, y decían: “Es que los latinos tienen una intuición que ya la traen, que no hay que enseñárselas porque ya la tienen por naturaleza.” Aquí sobra esa calidad, ese talento. Que estos señores, repito con todo respeto, con todo afecto, les digo: Hagan las cosas bien, apoyen a los mexicanos, apóyense en los buenos valores. Y al gobierno o al IMCINE o como lo quieras llamar: Analicen las cosas a fondo, no hagan las cosas tan a la mexicana, al ahí se va. A las empresas que apoyan al cine nacional: vean que se haga buen cine. En México hemos tenido un cine maravilloso hace años, hay que recuperarlo, con historias actuales pero hay que recuperar esta calidad. México por tradición tiene una gran calidad cinematográfica: la estamos perdiendo y peor en el caso del dibujo animado.

Anima-Dos: ¿Usted nunca supo del proyecto de ProMéxico?

Fernando: Ésa es mi gran incógnita. Me mandaron llamar los de ProMéxico, me recibieron de maravilla, me atendieron, era una sala de juntas como con diez personas y yo platicándoles de todo esto. Les hablé del proyecto de “Balam”. “¿Ya lo metió a FIDECINE?”. “Sí”. “Lástima, porque nosotros no apoyamos películas que apoye FIDECINE”. “Ah, pero tengo otros proyectos” ¡No ha pasado nada! Ya les llevé mis proyectos. Luego me mandaron llamar que porque van a hacer una ciudad creativa. “Es que no sabemos todavía si en Guadalajara, en Monterrey, en Baja California…”. Pues sí, qué padre, qué buena onda, ojalá… “¿A usted le interesaría?”. “Pues sí”. Esto fue a finales del año pasado cuando me mandaron llamar, volví a ir a ProMéxico porque tengo mi proyecto de los cuentos de Oscar Wilde que es para hacerse en video y me puse a ver si lo del artículo 227 también aplica para apoyar películas en video y me dijeron que no. Entonces lo llevé a ProMéxico y les dije: “Este proyecto es muy interesante, se trata de rescatar obras de la literatura universal y llevárselas a los niños, la idea fundamental es fomentar en los niños la lectura”. La idea que nosotros tenemos es que se venda la película en DVD pero junto un libro con la historia original tal como fue escrita y que tenga ilustraciones de la película para que el niño sitúe la película y lo que hace el tío Nando, que es el duende de los libros, es promover la lectura en los niños y motivarlos a que dejen por un rato los jueguitos de la computadora y que lean porque los libros tienen valores maravillosos. Hay una frase que el duende les dice a los niños: “¿Ustedes saben para qué sirven los libros? Para volar, con los libros vamos a volar a lugares maravillosos” y él va volando sobre un libro. Les enseñé este proyecto a ProMéxico y uno de ellos me dijo: “Vaya usted a la SEP, ahí hay un programa para motivar a los niños a leer, lléveles este proyecto.” Ya me moví en la SEP y es la hora que no me reciben todavía.

Anima-Dos: Para terminar, ¿podemos entonces decir que sus proyectos en curso son “Balam” y los cuentos de Oscar Wilde?

Fernando: Sí. “Balam”, que es largometraje para cine con una duración aproximada de una hora 18 minutos porque las películas para niños no deben ser muy largas. Es preferible que el niño salga con ganas de ver más a que le diga a la mamá: “ya vámonos”. Y “Había una vez, primera parte” con los cuentos de Oscar Wilde: la idea es hacer varias películas con cuentos de la literatura infantil universal, de Wilde, Andersen, Grimm, todos ellos porque ahora los niños no los conocen, sólo ven en la tele súper héroes pero ya casi no conocen las historias de la literatura. Además, tengo una idea para otro largometraje, ya estoy haciendo el guión, que es una película de capa y espada pero con puros animalitos, muy cómica, de aventuras y mucha acción y de romance. Es una historia muy simpática y además creo que las películas de capa y espada siempre van a existir. Ahí están haciendo otra vez las de “Robin Hood” y “Los Piratas del Caribe”, esas historias en cine siempre van a ser muy bien recibidas, y en dibujo animado lo que queremos hacer es algo muy chistoso con acción, pero no violencia sanguinaria tipo japonesa… ya estoy trabajando en ese guión. Tengo otro proyecto de una serie de televisión de un indito mexicano que tiene una mascota que es un cochinito, pero el cochinito tiene alas, la serie se va a llamar “Perico y Mercurio”, porque el niño se llama Pedro pero sus amigos le dicen Perico. Y su mascota, que se la encuentra en un huevo rosado grandote, es un puerquito color de rosa y él le puso Mercurio porque vuela, pero es una serie en la que invitamos a los niños a tener amor y cuidado por la naturaleza: las plantas, los animales, el medio ambiente. Y bueno, muchas ideas.

Espero que cuando yo me vaya y me mande a llamar el Jefe, mis hijos continúen con todo esto, y que sigan llevando a cabo la idea de la animación, que creo que les he infundido y que se logre hacer un México una bella industria con muchos estudios que hagan las cosas bien.


Como podrán darse cuenta, las palabras de Fernando Ruiz son para reflexionar y no tomarlas como un agravio. El dibujo animado en México merece mantenerse. Los animadores necesitan tener una verdadera industria donde se haga presente una competencia sana y productiva.

Después de la agradable plática con don Fernando y de más de tres horas que se fueron volando, nos quedamos con deseos de seguir charlando, reflexionando y soñando con ese maravilloso arte que amamos y que, en México, no se ve por dónde pueda despegar aún con la calidad y reconocimiento que todos quisiéramos. Nos despedimos de Fernando Ruiz con un abrazo y una promesa de vernos en otra ocasión para continuar charlando. Esperamos que esa ocasión llegue muy pronto.

Hasta la próxima y… ¡Anímense a opinar!

martes, 2 de agosto de 2011

"El director de cine es un cuentacuentos"

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez (Los Anima-Dos) / Imagen cortesía de Fernando Ruiz

Primera parte


En entregas pasadas les hablamos de la carrera, como director y animador, de Fernando Ruiz. Una trayectoria de 52 años que ha forjado una historia inigualable en el país, pero que en los últimos tiempos se ha visto disminuida, mas no detenida, por la falta de apoyo. Hace un par de días nos encontramos con don Fernando, teníamos pendiente una charla desde hacía tiempo. Como coincidencia, un día antes FIDECINE había rechazado “Balam”, un largometraje que el artista mexicano pretende animar. Así que la plática giró principalmente sobre este tema.

Dejamos a continuación, íntegra (puesto que las opiniones de don Fernando merecen transmitirse tal cual las expresó), la amena charla con el director que comienza con una amplia reflexión sobre el dibujo animado. Además, de que su opinión podrá hacernos reflexionar sobre temas que atañen a la situación actual de la animación en México.

Anima-Dos: ¿Qué opina sobre las últimas producciones animadas mexicanas?

Fernando Ruiz: Hablando de lo que se ha producido en México de animación últimamente… ustedes lo saben muy bien, ¿desde cuándo quieren que les mencione? “Nikté”, el agente 00… elegante nombre, fino para los niños, ya sabes, el nivel familiar… “El agente 00P2”.

Anima-Dos: ¿Y sobre las películas de huevos?

Fernando: Ah, no, no, no, olvídate, es más: las películas de huevos en primer lugar no son para niños, están apoyadas en un albur, en un doble sentido; digo, lo entiendo, México somos un país de albureros y va, lo que no voy de acuerdo es en que se haga o se maneje a nivel de que “estamos haciendo cine infantil”, esa categoría… Miren las salas se llenaron de adolescentes y chavos que iban a eso: a cotorrear, a alburearse. Son películas que desde mi muy particular punto de vista en poco tiempo no le van a interesar a nadie. No tienen una trascendencia. Una de las características maravillosas del dibujo animado es que no tiene época. Hoy los niños siguen viendo “Blanca Nieves”, siguen viendo “Peter Pan”, las caricaturas de Tom y Jerry, Bugs Bunny, Porky, el Pato Lucas, caricaturas que se hicieron en los años 50 y las de Disney desde los 30, y los niños y adultos las seguimos viendo. ¿Por qué?, porque no nos pasa como con las películas de actores , que “mira, Fulana se murió hace 10 años oye, qué chavita estaba”… ya se nos hace vieja la película. Sí, hay grandes clásicos de la cinematografía que la gente los seguirá viendo, pero hablo de la mayoría de las películas: “mira los peinados, los vestidos que se usaban”. Y en el dibujo animado debemos buscar temas que perduren, que no pasen de moda o que para los niños sigan siendo de interés. ¿Qué sucede con la obra literaria infantil universal? Seguimos leyendo a Oscar Wilde y a Hans Christian Andersen y son eternos. Por más Harry Potter que haya, esos clásicos nunca pasarán de moda… es como la buena música: perdura y ahí se queda y la música del momento al ratito pasa y ya se le olvidó a todo el mundo… Entonces ésa es una maravillosa realidad del dibujo animado: no hay época. Entonces repito, debemos buscar temas de interés en primer lugar internacional, porque el dibujo animado tiene un costo muy alto y una complejidad mucho más seria que la de una película con actores en vivo. Una película con actores en vivo la haces en 8, 10, 12 semanas y un poco más en la postproducción, pero el dibujo animado se lleva de año y medio a dos años y el costo es muy elevado, entonces tenemos que hacer películas no localistas. ¿Qué pasó con “Héroes Verdaderos”? Bueno, ni aquí interesó, ahora imagínense allá afuera o este señor Raymundo Juárez que ya no sé si acabó o todavía no la de “Nezahualcóyotl”… dijo que iba a acabar en un año y de eso hace cuatro.

Anima-Dos: Pero, nos hablaba de las ventajas de hacer dibujo animado.

Fernando: La otra gran ventaja que tiene el dibujo animado es que no tiene fronteras. O sea, si se produce en México una película con la India María y Jorge Rivero pues como que no va a tener mucho interés fuera de México, ¿verdad? Pero el dibujo animado no tiene fronteras, si es un tema de interés universal es bien recibida en todas partes del mundo, porque además tenemos otra ventaja: el género cinematográfico menos producido en el mundo es el dibujo animado y no hablo de televisión, hablo de cine. Si en el mundo salen cinco o seis películas anuales en dibujo animado con distribución internacional… ahora ya ha habido más por la cuestión de la animación por computadora que ahorita también vamos a hablar de ella, aunque no estoy en su contra, pero quiero definir varias cosas.

Bueno, entonces repito, el dibujo animado es poco realizado, por lo que si se hace un dibujo animado es bien recibido en todo el mundo, porque niños hay en todo el mundo. Porque además de que el dibujo animado se hace poco, el género cinematográfico infantil también es el menos realizado. Además porque es el más difícil: los niños no son tontos, tienen una mentalidad diferente, pero no son tontos. Si un niño entra en un cine y la película, la haya hecho quien la haya hecho, no le gusta, no le gusta y punto y acaba corriendo por el pasillo o se va a la dulcería o acaba en la cabeza del papá o de la mamá y dice: “Mamá, ya vámonos, ¿no?”. Si al niño no le interesa, no le interesa y punto. Si nosotros vamos al cine, nos quedamos, porque además el cine tiene una particularidad muy chistosa: es un producto que pagamos sin ver. Si compras un vestido, un automóvil o una casa, primero los ves. En el cine pagamos sin saber qué es lo que vamos a ver, entonces entramos al cine y si la película es un churro, como ya pagamos, nos quedamos, pensamos “igual y se compone esta babosada”… El niño no, al niño le vale gorro. El señor Disney nos decía: “En los primeros diez minutos tienes que atrapar al niño.” Eso es una realidad, al niño tienes que atraparlo de inmediato porque tiene otra mentalidad. Yo vi “Héroes Verdaderos” y al minuto 30 ya me estaba durmiendo porque no pasaba nada. Y no hablemos de “Brijes”, ¿verdad?

Entonces hay que tener mucho cuidado en la realización del dibujo animado y eso es lo que creo que en México no se ha entendido. “Ay, vamos a hacer caricaturas y la gente va a ir…”. No es cierto, si la película es mala, la gente no va a ir a verla. Vean toda la publicidad que le hicieron a “Héroes Verdaderos”: a ninguna película de animación mexicana se le había hecho tanta promoción y tal publicidad, todo lo que gastaron fue un dineral. O sea: la publicidad no hace una buena película. Todos sabemos que en el cine la mejor publicidad es de boca en boca. Si no te gusta una película, tomas venganza y dices: “Ni vayas a ver esa mierda de película porque es una porquería, no pasen ni por el cine”. Pero si te gusta: “Oye, no te la pierdas, lleva a tus hijos porque está padrísima”. A “Los Tres Reyes Magos” no se le hizo una gran publicidad, sólo la de entonces que hacía CONACINE que era muy escueta y duramos 42 semanas en las salas. ¿Qué pasaba? Que la gente la veía y la recomendaba a sus cuates y familia. ¿Qué ha pasado con estas últimas películas mexicanas? Que no han tenido eso. “La Nahuala” más o menos se defendió, pero la tristeza es que la segunda película de Ricardo Arnáiz que debió hacerla mejor que la primera, la hizo peor.

Hay una cosa que es muy importante y que creo que es la base del cine en general: la historia. No importa si hay excelentes actores o unos efectos impresionantes si la historia es una babosada. ¿Tú a qué vas al cine? A distraerte, a relajarte, a olvidarte de tus broncas, sea con una comedia, tragedia, lo que sea, pero vas a pasar el rato. ¿Qué es lo que buscas? Que alguien te cuente una historia bonita.

Anima-Dos: Algo que te mantenga entretenido, y en México no se ha logrado.

Fernando: Exactamente.

Anima-Dos: Lo que hemos notado en las películas animadas recientes hechas en México es que la historia no importa, importa la animación y nosotros lo que decimos es que si hay una buena historia no importa si hay una mala animación, la historia es lo que va a interesar al público.

Fernando: Efectivamente, ese es el punto. Miren, yo hace algunos años tuve la fortuna de tener amistad con algunos directores, algunos de ellos me dieron clases y tuve la fortuna de conocer a Alejando Galindo, a Ismael Rodríguez… El señor Rodríguez decía algo que a mí no se me ha olvidado en la vida: “El director de cine es un cuentacuentos. Eso somos los directores de cine y el chiste es cómo vas a contar tu cuento”. Y él nos ponía este ejemplo: “Si alguien te cuenta un chiste a lo mejor es un muy buen chiste, pero es tan mal contado que no te ríes y si alguien te cuenta un chiste bobo pero muy bien contado, te atacas de la risa”. ¿Qué es lo que tú estás recibiendo? Lo que yo recibo es lo que yo capto de lo que tú me estás contando. ¿Por qué el señor Alfred Hitchcock era tan genial? Porque el señor sabía contar, es más, él decía que estaba atrás de la pantalla atacado de la risa del público que creía que la película iba por un lado y al final los llevaba por otro. ¿Qué es lo maravilloso que hizo Disney en todas sus películas? Cómo te contaba las historias. Una cosa muy difícil de lograr en la animación es que al público se le olvide que es un dibujo.

Anima-Dos: Que haya identificación…

Fernando: Si no hay identificación, ya valiste gorro. ¿Por qué mucha gente llora cuando se muere la mamá de Bambi? Ya se te olvidó que es un dibujo, ya te identificaste con los personajes y el dibujo animado busca fundamentalmente que al público se le olvide que está viendo un dibujo.

Anima-Dos: Piensas que es real y dejas de lado que lo que estás viendo es irreal y lo que la animación mexicana no logra es eso.

Fernando: No se te olvida y dices… “Pinches dibujitos”. El día 1 de julio pasado me hicieron un homenaje muy emotivo en la ciudad de Puebla porque ese día se cumplieron 35 años de que se estrenó “Los Tres Reyes Magos” que fue, quiéranlo o no, el primer largometraje mexicano de animación. Yo creo que yo tengo un enemigo en FIDECINE, alguien me pone la zancadilla, miren: hace como cinco o seis años, todavía estaba Víctor Ugalde cuando metí un proyecto de una película que sigo insistiendo en acabar que son tres cuentos de Oscar Wilde contados por un duende que es el Tío Nando: “El gigante egoísta”, “El príncipe feliz” y “El fantasma de Canterville”. “El príncipe feliz” ya está totalmente terminado y muy avanzado “El gigante egoísta”. Llevé mi proyecto y todo lo que me pidieron, y me rechazaron. Me dijeron que “es que a los niños ya no les interesa Oscar Wilde, ya no les interesan estos cuentos, ellos quieren cuentos de héroes y de violencia”. En ese momento habían ellos aprobado las películas de huevos, así que le dije a Víctor Ugalde: “No hay bronca, voy a hacer una película de pitos, a ver si esa sí les interesa”. Hace tres años presenté el proyecto de “Balam, el niño maya”, todavía estaba Víctor Ugalde y lo rechazaron. Al siguiente año volví a meter el proyecto, hicimos algunas correcciones en el guión, estaba entonces Danuta de la Garza en FIDECINE… y me rechazaron. Este año, el 11 de enero que se abrió la convocatoria fuimos el primer estudio de cine que metimos nuestro proyecto, hasta me felicitaron: “Eres el padrino, fue tu película el primer proyecto que se recibió, bla bla bla”… Me acaban de rechazar ayer por tercer año consecutivo, por lo que ya no puedo volver a meterlo. La película de “Balam”, aunque es un niño maya, es un cuento universal porque no estoy hablando de un personaje histórico o evento histórico, lo único histórico es el ambiente que es con los mayas. Es la lucha de un niño que busca rescatar a sus padres que fueron hechos prisioneros. Y me dijeron que no tenía gran interés, y aprobaron “Héroes Verdaderos” que es una gran historia y aprobaron “Brijes”, una maravilla y “Nikté”… ¡Oh! Por eso digo que alguien me odia en FIDECINE, cómo es posible que un señor Fernando Ruiz que tiene más de cuarenta años haciendo animación, que ha hecho varias películas de largometraje, que hizo la primera y que tuvo un éxito sensacional, que otras que ha hecho han tenido reconocimientos internacionales, que hace tres años me hicieron un homenaje en Madrid y hace cuatro otro en Guadalajara, cómo es posible que este señor que tiene todo este background no le autoricen y viene otro señor como… quién quieres que te diga, el señor Carlos Kuri, ¿qué había hecho, qué trayectoria tenía, qué background había? Y le autorizan el apoyo, ¿y me van a decir que esa es una gran historia, que ese guión sí vale la pena? ¿Qué no le dará vergüenza a FIDECINE que todas esas películas que han apoyado han sido fracasos tan rotundos en taquilla?

Porque además me dijeras oye, FIDECINE te apoya con un dineral… no es cierto. Una película cuesta arriba de 30 millones de pesos. Para “Balam” nuestro presupuesto es de 36 millones y me quedé corto porque los de “Héroes Verdaderos” manejaron más de cuarenta millones y FIDECINE sólo te da diez. ¡Ni siquiera el 50%! Diez milloncitos y sí repartiditos, entonces no estoy tan dolido que no me han apoyado pero sí me da coraje que sean tan idiotas.

Anima-Dos: Entonces la película que le rechazaron fue la de “Balam”, ¿y da algún argumento FIDECINE?

Fernando: Sí, es más, tengo que ir a recoger el documento donde me dicen por qué está rechazada mi película. Inclusive la directora actual de FIDECINE, María de los Ángeles Castro, tengo una buena relación con ella, sabe muy bien lo que he hecho, ayer cuando me lo informó estaba muy apenada. Incluso me dijo: “Señor Ruiz, créame que si en mis manos hubiera estado yo le apruebo su película porque sé lo que usted ha hecho.” Pero ella no tiene ni voz ni voto.

Me dan varias razones: que el argumento es muy débil, que les falta consistencia a los personajes. Pero además, algo que ellos también desconocen es que en el dibujo animado el guión es una guía, lo más importante es el storyboard, que es ya cuando uno empieza a cambiar la cosa. Yo les decía “les muestro el storyboard”, “no, no hay necesidad”… ¡como ellos saben tanto de animación! También me dijeron que el personaje del niño que va en busca de sus padres no tiene consistencia, que los personajes alrededor de él tampoco la tienen y que además, esto es genial de veras, “a nadie le interesa el tema maya en este momento”. O sea, el presidente de la República dijo toda una sarta de pendejadas sobre los mayas porque a nadie le interesan. ¿No les parece genial ese comentario? “¿La cuestión maya a quién le va a interesar?”. Nos urge empezar la película porque me tardo año y medio y la quiero estrenar en diciembre de 2012, que creo que es una fecha clave. Filmax, que es una empresa española muy fuerte, me dijeron que ellos distribuyen mi película en Europa. Ellos vieron mi material en España cuando me hicieron el homenaje, les di un demo de “Balam” y me dijeron: “Si usted nos da una calidad como la que aquí se muestra, nosotros le distribuimos su película en Europa”. Y no les voy a dar esa calidad, les voy a dar mejor porque en Europa hay un interés sobre la cuestión maya muy especial con lo del 2012, pero aquí en México me dicen que no tiene ningún interés.

Y otra cosa: me dijeron también algo con lo que pensé: “Fernando, eres un estúpido”. Me dijeron: “A los niños ya no les interesan las películas de animación tradicional”, entonces no sólo yo soy un idiota, los estudios Disney también lo son, porque después de hacer varias películas en animación por computadora hicieron una en animación tradicional que se llamó “La Princesa y el Sapo” que fue un exitazo en todo el mundo. Hace poco sacaron otra versión de Winnie Pooh para cine en animación tradicional y ahorita están haciendo “La Reina de las Nieves” en animación tradicional. Pero qué estúpidos, ¿qué no se han dado cuenta de que a los niños ya no les gusta la animación tradicional? Miyazaki sigue haciendo animación tradicional, digo, estoy hablando de un atajo de idiotas como Miyazaki, Disney, los franceses que siguen haciendo animación tradicional…

Anima-Dos: Entonces otro argumento de rechazo es ese, el empleo de la animación tradicional.

Fernando: Sí, es eso, que el cine de 2D, que se me hace una idiotez que digan cine de 2D, todo el cine es de 2D, hasta la animación por computadora. El llamado cine 3D no es tal, es un truco visual, pero todo el cine es 2D, todo. Yo ya en Puebla aclaré: señores, es dibujo animado y animación de computadora, no es 2D y 3D. Así como hay animación de plastilina, animación de papel recortado, animación de computadora, animación dibujada. Ésta que nosotros hacemos es animación dibujada, llámenle como se les dé la gana, pero es dibujo animado… entendámonos. Porque además estos señores de Ánima Estudios no hacen dibujo animado, hacen un sistemita bastante chafa de computadora donde tú pones, en Flash, dos posiciones y la computadora los une… entonces tú ves “El Chavo del Ocho” (imita el sonido de movimientos mecánicos). Una de las cosas más bellas de la animación es el ritmo de la animación, lo que los gringos llaman el timing.

Anima-Dos: Eso es clave en la animación…

Fernando: Tú ve una película de animación, no hablo de Disney, hablo de Miyazaki, hablo de mucha gente… Ve y el dibujo animado no se mueve como la vida real, por favor. Eso no es cierto, se mueve diferente. El señor Disney decía: “El dibujo animado es como un ballet”, tiene un ritmo diferente. Tú ve caminar a una princesa de Disney, no se mueve como una mujer real, tiene otro ritmo. Igual puede ser una animación súper rápida como Tom y Jerry o una animación súper lenta, ése es el dibujo animado, no lo que hace Ánima Estudios. Ánima Estudios hace posiciones, nada más: eso no es animación, son posicioncitas y todos sus personajes se mueven igual, todos tienen el mismo ritmo, cuando en el dibujo animado cada personaje tiene un ritmo, porque cada personaje tiene su físico. En “El libro de la Selva” los elefantes no se mueven igual que el tigre o la pantera…

Anima-Dos: Incluso en los humanos, no se mueve igual un adulto que un niño o una mujer…

Fernando: Y Pinocho no se movía igual que Gepetto.

Anima-Dos: El mismo Pinocho se mueve diferente cuando es un títere que cuando es un niño de verdad…

Fernando: Tiene un ritmo diferente… Ése es el maravilloso arte del dibujo animado: estás creando algo que no existe. Es como el pintor que en un lienzo en blanco imprime algo maravilloso de su mentalidad. En el cine con actores, tú ya tienes muchos elementos en la mano: la cara de Elizabeth Taylor, de Richard Burton, el escenario de Egipto… etcétera. En el dibujo animado no tenemos nada, hay que crearlo todo. Estamos saliendo de cero, por eso dicen que el dibujo animado es la fábrica de los sueños, de la fábrica de los sueños. O sea, todavía es una fábrica de los sueños más profunda que ésta. Había un señor que no fue muy conocido, no hizo mayor cosa en el cine, se llamaba Charles Chaplin, ¡al que seguro no le hubieran dado apoyo en FIDECINE! Ni a él ni a Walt Disney. Bueno, el señor Chaplin dijo en una ocasión: “El más maravilloso invento de la cinematografía es el dibujo animado”, y lo dijo ese señor… ¡Imagínense!

Anima-Dos: Entonces, lo rechazan en FIDECINE y usted tiene que ir a recoger la carta donde explican los motivos de por qué la rechazan, ¿y usted ya no puede apelar?

Fernando: No, esas son decisiones que ya se tomaron… Inapelables y punto. Digo, si yo reclamo, me voy a pasar tres años reclamando y nadie me va a hacer caso. Porque con todo el debido respeto, a la señora Marina Stavenhagen le vale madre.

Anima-Dos: ¿Y el jurado son cineastas, son directores o son animadores?

Fernando: Fíjense que ésa es una pregunta que yo siempre me he hecho. Es que yo creo que para analizar un dibujo animado debería haber gente que sepa de dibujo animado. Sé de algunos que forman el comité pero no de todos. Creo que el comité está formado por 7 o 9 personas, pero hay gente hasta de la Secretaría de Hacienda. Díganme qué tienen qué hacer ahí adentro. Supuestamente hay representantes de exhibidores, representantes de distribuidores. Está la señora Marcela Fernández Violante que es del sindicato de trabajadores de cinematografía, que tampoco sé qué carambas tiene qué hacer la señora. Está como director el único que creo que sabe de cine que es Sergio Olhovich.

Anima-Dos: Entonces, ¿“Balam” se llevaría un año y medio de producción mínimo, con un costo de 36 millones de pesos?

Ferando: Con aproximadamente 120 o 130 dibujantes. Sí vamos a usar nosotros, ya lo hemos hecho, animación en computadora para efectos especiales. O sea, hay una escena donde Balam pasa por donde hay un río, un riachuelito y una pequeña cascada, toda el agua está hecha en computadora; si llueve, la lluvia está hecha en computadora; va a haber un momento en el que el niño se mete a un cenote y en el fondo de un cenote hay agua, el niño se mete a nadar y toda el agua está hecha en computadora, él no; pero son recursos, herramientas para complementar y enriquecer a animación tradicional. ¿Qué hizo Disney con la película de “Tarzán”? Toda la selva era animación por computadora, pero lo hicieron para enriquecer la base central que es la animación tradicional. Cuando hicimos “El príncipe feliz”, igual la lluvia la nieve y la figura de la estatua es animación de computadora porque yo quería que la estatua se viera como una real, no como una dibujada. Y es muy bonito porque ves todo dibujado y una estatua real, o sea: estamos apoyando, usando elementos para enriquecer esto.

Sí usamos mucho la computadora, pero no para animar. El proceso de la animación es muy claro: primero tienes el guión, luego viene algo que es fundamental que es el storyboard, esto que a mis honorables colegas les vale gorro, pero el señor Disney decía: “Un buen stroryboard hace una buena película, un mal storyboard es una mala película”. La importancia del storyboard va más allá de unos dibujitos para ver cómo va a ser la película. En las películas con actores reales tú filmas una escena varias veces y luego escoges la mejor, ésa es la importancia de la edición del cine: una película se debe filmar tres o cuatro veces y de ahí vas escogiendo… yo no puedo hacer eso. En dibujo animado no podemos hacer tres o cuatro veces la película, entonces, ¿dónde yo edito?, en el storyboard. Ahí le doy el ritmo a mi película, ahí tengo cortes, movimientos de cámara, etcétera. En el storyboard ya estoy viendo todo, y es más: se debe filmar el storyboard, lo que ahora le llaman “Animatic”, es el storyboard filmado, para que yo vea el ritmo. Todo esto lo sigo haciendo dibujado, no entra la computadora. Luego viene el diseño de los personajes, tengo que diseñarlos y en varias posiciones, expresiones, situaciones, movimientos vocales, etcétera. Varios de mis dibujantes trabajaron en “Héroes Verdaderos”, entre ellos mi hija María Teresa y me dice: “Papá, acabamos unas dos escenas, me las dio el animador (porque ella es asistente de animación), las fuimos a entregar… ay, no, es que ya cambiamos al personaje, ya no es ese, ya es otro…”. Entonces tuvieron que repetir todo otra vez y eso cuando la película ya estaba muy avanzada, no crean que al principio… El diseño de los personajes es para que al niño se le quede grabado, y hay algo en el cine japonés, no hablo de Miyazaki, hay algo que no me gusta: que todos son iguales, el estilo japonés es muy igual y entonces el niño no alcanza a identificar plenamente. Tú ve las películas de Disney: tiene su estilo, pero cada película es totalmente diferente, los perritos de “La Dama y el Vagabundo” son totalmente diferentes a los de los Dálmatas y bueno… Luego viene una cosa muy importante que es el layout, que es un proceso dirigido al animador, al asistente, al fondista y al camarógrafo, porque en el layout estoy indicando la posición de la cámara exacta como debe ser, los movimientos de cámara, las posiciones del personaje y el fondo. Una vez platicando con Ricardo Arnáiz, me llevo muy bien con él, es una linda persona aunque hace sus bobadas, pero es una linda persona, y me dice “no, yo ya no hago layouts, es una tontería, son procesos muy anticuados, yo del storyboard paso a la animación”. Hay un detalle muy curioso y los invito a que vean “La leyenda de la Nahuala” otra vez: ¡No hay movimientos de cámara ni paneos! Todos son cortes, no hay un paneo. Perdón, ¿eso es hacer cine? Y todo son caritas y caritas… eso que se haga para televisión lo entiendo, ¿pero en una película de largometraje? Entonces, este proceso lo seguimos haciendo como se hacía hace años. Luego viene algo que no tiene mucha importancia: la animación.

Anima-Dos: Para eso hay Flash…

Fernando: Para eso hay Flash, Fernando, ¿para qué pierdes el tiempo haciendo 24 cuadros por segundo? ¡Eso lo hacían los antiguos, por favor! Toda la animación nosotros la seguimos haciendo, cuadrito por cuadrito, a 24 cuadros por segundo, como se hacía hace 100 años la animación… Luego viene la asistencia, que son las intercalaciones que dejó el animador, y luego viene la intercalación que son las intercalaciones que dejó el asistente. Aquí nos vamos a prueba de línea para ver si la animación es correcta y la comparamos con el storyboard. A partir de aquí ya entra la computadora, ¿en qué entra? Haces un proceso muy importante. Antiguamente, todas las hojas de animación se calcaban en un acetato transparente y luego por la parte de atrás se pintaban con pincel. Y luego llegabas a una mesa donde había un rodillo con un espiral y arriba una cámara de cine y a los lados unas lamparotas y el camarógrafo levantaba un vidrito con guantes, la ponía, bajaba el vidrio, prendía las luces y le daba un fotograma a la cámara. Luego apagaba las luces, subía el vidrio, quitaba la mica, ponía la otra, bajaba el vidrio, prendía las luces, tomaba otro fotograma… para filmar un minuto nos llevábamos días. Ahora toda la animación se escanea y colorea en la computadora. Y faltan los fondos, que son otra parte muy importante y que nosotros los hacemos a mano, aunque en Ánima Estudios ya los hacen en computadora. También Ricardo Arnáiz ya los hace en computadora. El fondo te da muchas veces el estilo de la película. Si ustedes ven los fondos de “La bella durmiente” de Disney, qué diferencia hay con los de “La Cenicienta” y al mismo tiempo con “Blanca Nieves” o “La Bella y la Bestia”, además en una pantalla el porcentaje mayor de imagen es la escenografía. Entonces nosotros la seguimos haciendo a manita. Esto también se escanea y ya tengo en la computadora mis fondos y mis personajes, ahora voy al composite, en la misma computadora meto los personajes al fondo, los coloco a todos y ahí mismo hago los movimientos de cámara. Eso es para lo que nosotros usamos la computadora: ya me estoy ahorrando la coloreada y la cámara de cine y esto nos da una ventaja, porque antiguamente yo filmaba 10 escenas, las mandaba al laboratorio, me mandaban los rushes, y si no me gustaba una escena la tenía que volver a filmar. Ahora la veo inmediatamente y se corrige ahí mismo. Ya tengo esa maravillosa ventaja y de aquí ya sale para la postproducción. Para eso usamos la computadora, es una herramienta más, no es la base de la película, es lo que no ha entendido esta gente…

Anima-Dos: ¿Y usted propone hacer todo este proceso en México o llevarlo fuera?

Fernando: Ésa es otra cosa del FIDECINE que yo me quedé de a seis… las dos películas de huevos se hicieron 100% en Argentina, no se hizo nada en México, TODO se hizo en Argentina. “Héroes Verdaderos” dura hora y media, más de un ahora la hicieron en Argentina, Filipinas, Taiwán, Estados Unidos. ¡Más de una hora! Yo la pregunta que hice en FIDECINE es: ¿qué no supuestamente FIDECINE es para apoyar la industria cinematográfica mexicana? ¿Qué no los dibujantes, los técnicos tienen que ser de la industria mexicana de cine? ¿Por qué permiten que se haga fuera? ¿Por qué Ricardo Arnáiz mandó hacer parte de “Nikté” a Chile y Argentina? Parte de “La Leyenda de la Nahuala” se hizo en Argentina. Si en 1974 que no había la cantidad de animación que hay ahora yo hice una película de largometraje 100% hecha en México, y en todas las producciones que he hecho, que son bastantes, nunca he tenido que mandar a hacer un minuto, un segundo, fuera de México, es más: han venido a trabajar dibujantes extranjeros aquí conmigo, pero eso es diferente porque ese extranjero vive en México y aquí trabaja y aquí gasta. Tuve muchachos de Perú, cuando hicimos “La señal” tuve muchachos de España que estaban aquí, pero aquí vivían.

Anima-Dos: De hecho, todo lo que se hizo en México en esa época se hizo con gente de aquí.

Fernando: De “Los Supersabios” no se hizo nada afuera; la peliculita ésta de Héctor López, “Roy del Espacio”, mal pero la hicieron toda aquí; “Oliver Twist” la hice toda en México con 130 dibujantes. Cuando llevamos “La señal” al festival de Animation Celebration en Pasadena, la vieron, la aplaudieron, nos dieron una mención. Me preguntaron: “Oiga, ¿y a dónde mando hacer su película?”. Yo les dije: “No, la hicimos en México”. “No, la película es mexicana, pero, ¿a dónde mandó a hacer la animación?”. “Al D.F., fíjese, ahí la hicimos”, “¿toda?”, “sí señor, toda”, “¿de veras?, ¡Ooohh!”.

Anima-Dos: ¿Y entonces FIDECINE también objetó que la animación se hiciera por completo en México?

Fernando: En este tercer año que metimos la película, adjunté una carta firmada por 78 animadores en la que se afirmaba que parte de los largometrajes animados recientes se había hecho fuera de México: pues me rechazaron mi proyecto. Y ahí se expuso que las películas de huevos se hicieron en Argentina, que todos los estudios mandan a hacer cosas afuera. Cuando, con el debido respeto, gran parte de mis animadores han ido a trabajar a Estados Unidos y han sido muy bien cotizados porque tienen una calidad extraordinaria… Todo eso lo presentamos en el proyecto de “Balam” pero fuimos rechazados porque no tenemos experiencia, no sabemos hacer las cosas, no sabemos contar historias, contamos historias que a nadie le interesan ahorita. Pero les voy a decir una cosa: me vale madre. No estoy derrotado ni mucho menos, ahora le voy a demostrar a estos idiotas, a estos estúpidos, lo que es hacer animación en México sin necesidad de su apoyo, porque ya me estoy moviendo por otros lados. ¿Y saben qué es lo increíble?, estamos consiguiendo dinero del extranjero, nos van a apoyar porque no pude obtener dinero de mi país para hacer una película mexicana. Les voy a demostrar lo que va a ser “Balam” y lo que vamos a hacer, porque vamos a hacer muchas cosas. Repito: ni estoy derrotado, ni estoy angustiado, estoy enojado, nada más. Tengo coraje. Pero esto no me va a bajar la guardia, todo lo contrario, le voy a demostrar a Marina Stavenhagen y a los idiotitas que tiene abajo que aprueban películas maravillosas como “Nikté”, “Brijes”, etcétera y que a “Balam” no lo apoyaron… y ya tengo una carta de Warner Brothers donde dice que van a distribuir “Balam” a toda Latinoamérica, desde Canadá hasta Argentina. Y también tengo mails de Filmax en España, donde dicen que quieren distribuirla en toda Europa. Entonces, no me estoy rindiendo, todo lo contrario, les voy a demostrar… mi competencia no van a ser las peliculitas mexicanas, mi competencia es Disney, Miyazaki, es Europa, va a ser una película de calidad internacional.

Anima-Dos: Entonces, ¿ahorita está buscando ayuda internacional o también de la iniciativa privada?

Fernando: También de iniciativa privada… Bueno, miren: en Puebla pasaron una serie de cosas muy interesantes, en primer lugar me di cuenta de que “Los Reyes Magos sigue siendo muy actual porque llevé a vender unas copias, alguien me sugirió llevar algunas copias a ver si se vendían, me pidieron 30 o 40 y pensé que no se iban a vender. Llevé 20 y en media hora desaparecieron. Es más, me dijeron que si hubiera llevado 100, se vendían las 100. Toda la gente me preguntaba cuándo la sacan en video, cuándo se va a poder conseguir en video. Una señora me decía que ella vio la película cuando era niña y que les ha contado a sus hijos y que se mueren por verla. Creo que es una película que sigue teniendo interés.

Anima-Dos: De hecho, ¿cómo a 35 años de que se exhibió “Los Tres Reyes Magos” sigue vigente? ¿Por qué será? ¿Por la historia, la calidad de la técnica o por qué?

Fernando: Yo creo que la base es la historia, “Los Reyes Magos” se sigue viendo en la televisión y sigue teniendo interés. Afortunadamente creo que está bien hecha y por eso sigue gustando. Me hicieron unos comentarios los Elvira, Gonzalo Elvira, su abuelo era español, ellos son de origen español y en España hicieron otra versión de “Los Reyes Magos” y no funcionó y yo la vi… es que la historia está chafísima, perdónenme. Me decían los Elvira: “Fer, en España se vende más tu película”, ah, porque además déjenme decirles que un día yo dije, “quiero tener una buena copia de ‘Los Reyes Magos’, ¿dónde la consigo?”… En Estados Unidos, en Amazon la compré y me la mandaron. Compramos varias mis hijos y yo y preguntamos y sí se vende…

Anima-Dos: ¿Y por qué no la distribuyen aquí en México? ¿Qué pasa?

Fernando: Tengo que volver a ir a IMCINE, ahí la tienen. Me dijeron “es que mire, habíamos pensado que si la sacábamos o no, pero pues a lo mejor un distribuidor se interesa”. Yo lo que les dije es: “vamos a sacarla con el logo ’35 años de Los Reyes Magos, la primera película mexicana de dibujo animado’”. Pero hay que moverse ahorita para que en diciembre salga a la venta. Entonces esta semana voy a volver a tocar la puerta, “señores, sáquenla ustedes, están sacando películas mexicanas antiguas, saquen ésta, por favor”. En España el homenaje que nos hicieron fue porque nosotros hicimos el primer largometraje mexicano de animación. En España me nombraron “el padre de los largometrajes de animación en América Latina”, les dije, “no, perdón, será el abuelo” (ríe). Nadie es profeta en su tierra ni en su casa, bueno.

Anima-Dos: Y ya que hablamos de Los Tres Reyes Magos que fue el primer largometraje de animación mexicano, ¿cómo lo compararía con producciones actuales de animación? ¿Qué nos podría decir en cuanto a técnica, historia, etcétera?

Fernando: Bueno, en primer lugar, la técnica de animación de “Los Reyes Magos”, está mal que yo lo diga, pero es una técnica correcta. Es una técnica que se siguió tal como yo la aprendí en un estudio en el que no saben de animación que se llama Walt Disney Productions. Allá aprendí los procesos a seguir y así los hice. Tuve la asesoría de un señor que desgraciadamente ya falleció que se llamaba Dan MacManus, que fue uno de los principales animadores de Disney, y la asesoría de otro animador español que se llamaba Paco Macián, de los hermanos Moro, que dirigió “El Mago de los Sueños”, amigo mío que estuvo varias veces en México y me ayudó y me asesoró en la producción de la película. Tuve dos guías con una gran experiencia, principalmente MacManus. Paco Macián fue una persona que me ayudó mucho, que quise mucho, que fue un gran productor de animación… Las películas de animación que vemos actualmente carecen de muchos procesos y procedimientos de la técnica de la animación. Si ustedes ven, que no se los recomiendo, pero si ven “Héroes Verdaderos”, en primer lugar la historia es muy floja, no hay una consistencia argumental. Cuando sacaron su tráiler se veía una buena animación, pero cuando sacaron la película la buena animación se veía en muy pocos momentos y en todo lo demás se veía en un nivel exageradamente diferente.

El dibujo animado, como decía MacManus, es como velar un enfermo: hay que verlo, sentarse en la cabecera y estarlo cuidando. ¿Qué hacen en México? Mandan a hacer un poquito acá, otro poquito allá, y cuando me llegue, “pues esto no vale mucho, está mal hecho, pero ya lo pagué y vamos a usarlo”. O sea, no estás cuidando tu proceso desde la cabecera, estás mandando a hacer con dibujantes que ni te conocen, ni saben bien la historia, ni saben tu proceso, ni nada eso. El dibujo animado es un trabajo de equipo, en donde todos los dibujantes aportan algo. El señor Disney decía: “Si yo no hubiera tenido el equipo que tengo, no hubiéramos hecho nada de esto”. En Puebla cuando me hicieron el homenaje y me dieron varios diplomas, dije: “Yo no la hice solo”. Invité a varios de los dibujantes que trabajaron conmigo en “Los Reyes Magos” a Puebla y los presenté y les di aparte a ellos un reconocimiento por haber trabajado hace 35 años en esa película y también a ellos les pidieron 20 mil autógrafos. Entonces, lo que les ha faltado en México es ese trabajo de equipo, de organización tan perfectamente bien llevado que todos los pasos y procesos los conocen todos. Yo fui varias veces a un estudio aquí en México, porque a uno de mis dibujantes le pidieron hacer algunas cosas de “La Nahuala”. Yo pregunté: “¿Dónde está el storyboard?”, “no, no lo tenemos”, “¿y tú sabes en qué parte de la película estás trabajando?”, “no, me mandan esto y yo lo hago”. ¿Cómo es posible que un dibujante que está haciendo parte de la animación no sepa qué hay antes y que hay después, en qué parte de la película está trabajando y por qué está animando eso? Volvemos a lo que hablábamos hace rato: la animación no es que se mueva el muñequito, ¡no!, es que el muñequito actúe, que tenga vida, que sea el personaje. Eso no se logra en las películas mexicanas porque no hay esa continuidad y esa unión en que todos los dibujantes estén enterados de qué está pasando. Yo cuando hago una película y hacemos prueba de línea, llamamos a todos los dibujantes. Además eso ayuda mucho porque algunos dibujantes piensan: “Chin, mira qué padre animación hizo Fulano, la mía la voy a hacer mejor” y hay una competencia lícita, limpia, sana, además aprenden los dibujantes de ellos mismos. ¿Por qué? Yo he tenido dibujantes y hemos hecho un equipo tan padre, tan ameno, tan agradable porque ellos aprenden ahí. Lo primero que busco es que los dibujantes tengan comunicación entre ellos, se apoyan y se ayudan porque así lo aprendí yo con Disney, no me lo estoy inventando. Debes crear un ambiente de camaradería, de amistad, de apoyo porque todos tus dibujantes con creativos y todos van a aportar algo de sí para tu película, todos, así sea el último de los intercaladores está dando algo.