jueves, 31 de julio de 2008

Nezahualcóyotl, La Gran Historia o el extraño retorno de Fernando Ruiz

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez (Los Anima-Dos)

Ha pasado mucho tiempo desde que vimos por última vez en la pantalla grande una película dirigida por Fernando Ruiz, creador del primer largometraje animado nacional: Los Tres Reyes Magos (1976) y del cual ya hemos hablado anteriormente. Sin embargo, parece que la espera está a punto de finalizar. La empresa de Ruiz, Anim-Art Producciones, nos ha hecho el honor de enviarnos buenas noticias que ahora les transmitimos: se encuentra ya en proceso de producción la cinta Nezahualcóyotl, La Gran Historia, la cual se planea estrenar durante el verano del próximo año.

La película se centrará en la vida de Acolmiztli Nezahualcóyotl (nombres que significan “Fuerza de león” y “Coyote hambriento”), hijo de Ixtlilxóchitl y Matlalcihuatzin (reyes de Texcoco) y sobrino de Chimalpopoca (Tlatoani de Tenochtitlan), nacido el 28 de abril de 1402.

Nezahualcóyotl fue gobernador de Texcoco después de haber sufrido persecuciones por parte de sus enemigos, los tepanecas de Azcapotzalco. Sin embargo, durante su señorío, Nezahualcóyotl logró el enriquecimiento material y cultural de su pueblo. Además, se inclinó por la filosofía y la poesía (no por nada los billetes de 100 pesos tienen impreso un poema de él). Por si fuera poco, se cuenta que creó el bosque de Chapultepec y fue él quien logró llevar agua hasta la mismísima Tenochtitlan, capital del imperio azteca.

Pero dejemos la historia a un lado y vayamos directo a la producción animada. Ésta, que marca el regreso de Fernando Ruiz a la dirección de largometraje desde El pequeño ladronzuelo (1987), será coproducida por Ani-Mart y Animación 2-D e impulsada por el FIDECINE (Fondo de Inversión y Estímulos al Cine). En las pocas imágenes que se han dado a conocer, puede notarse el estilo gráfico de los anteriores filmes de Ruiz. Esos rostros afilados y grandes ojos que poseen los personajes creaciones del animador, es una constante en todas sus producciones. Al ver esos escasos dibujos, vienen a nuestra mente Juan Diego, el niño Jesús y el mismísimo Olbaid. Un punto a favor de Ruiz es que es un artista fiel a su estilo.

Otro punto a favor: sigue manteniendo el interés por rescatar y mostrar temas nacionales como lo hizo en La Señal y Cuauhtli. Algo de lo que han adolecido otras producciones nacionales animadas (como las realizadas por Ánima Estudios y HuevoCartoon).

En esta ocasión, Fernando Ruiz estará acompañado en la dirección por Raymundo Juárez, creador de la idea original de la cinta, mientras el guión será obra de la escritora Gloria Ribé Menchaca. La animación se hará de manera tradicional, filmada en 35 milímetros y se planea que tenga una duración de 80 minutos. La producción total tendrá un costo aproximado de 2 millones de dólares.

No sabemos cómo será planteada en la película la vida del rey Nezahualcóyotl. Tampoco si tendrá un giro histórico, de aventuras, familiar o será una combinación de éstos. Sin embargo, podemos aventurarnos a afirmar que la calidad del filme superará a la de varios de los largometrajes animados mexicanos que se han estrenado en los últimos años.

Después del mediano intento de La Leyenda de la Nahuala por rescatar y revalorar nuestras tradiciones nacionales, deseamos que Nezahualcóyotl, La Gran Historia logre de verdad despertar el interés en niños y adultos por conocer un poco más la historia, rica en todos sentidos, de nuestro país, sin caer en nacionalismos baratos ni chocantes.

Además, también esperamos que en el aspecto técnico, esta película supere con creces la animación poco lograda de filmes como Imaginum, Magos y Gigantes y la misma Leyenda de la Nahuala. Debido a la experiencia de Ruiz, es de esperarse que así sea, pero las dudas se despejarán hasta el momento de su estreno.

Los productores de la cinta afirman que la intención de la misma es presentar al público mexicano la historia de ese gran personaje que fue el rey Nezahualcóyotl. Pero además, intentan llegar al público latino en Estados Unidos y Canadá e incluso al público europeo. Es decir, los planes son grandes. Anhelamos que no se queden sólo en eso.

Sin querer ser aguafiestas, y sobre todo sin antes haber visto la película, sí nos gustaría afirmar que difícilmente se lograrán estos objetivos si se carece de dos elementos básicos: calidad en el producto final y una excelente campaña de promoción. Ya sabemos que muchas películas, no sólo mexicanas, que no son tan buenas ni rescatables, logran el éxito gracias a su promoción y publicidad (algo de lo que siempre ha adolecido el cine mexicano, en especial el de animación) y que muchas obras fílmicas de gran riqueza técnica y de contenidos se pierden e incluso se desconocen debido a la misma causa: falta de promoción (lo cual es triste, porque hay verdaderas obras de arte fílmico que ni siquiera se conocen por esta circunstancia).

El nombre no es suficiente para lograr el éxito. Fernando Ruiz es un grande dentro de la historia de la animación mexicana, pero las nuevas generaciones, a las que va dirigida esta cinta, no lo conocen. Si se quiere que Nezahualcóyotl, La Gran Historia sea una película que represente un parteaguas en el cine de animación mexicano (como lo pretenden todas las cintas que se dan a conocer) y logre el éxito de público, taquilla y crítica, es necesario que se empiece desde ahora con el trabajo de promoción. Que sus productores no se conformen con repartir boletines de prensa, sino que comiencen a idear estrategias para, en el momento preciso, alcanzar al público meta. Claro, sin descuidar la calidad de la película misma.

Esperaremos a ver (y ojalá sí sea en 2009) la película en la pantalla para dar nuestra crítica. Pero deseamos de todo corazón, porque estimamos a don Fernando y porque amamos la animación, que sea un logro artístico memorable. Además, esperamos que el manejo del personaje sea adecuado y no se convierta en una especie de Pocahontas, a la cual se le ve sólo como un personaje animado de Disney y ha perdido su dimensión histórica. Queremos que nuestros niños no identifiquen a Nezahualcóyotl como solamente una creación artística de alguien, sino que se motiven a ir a la historia y estudiarlo.

Nos despedimos con un poema del gran rey Nezahualcóyotl, quien por cierto murió en 1472, sólo algunos años antes de la llegada de los españoles.

No acabarán mis flores,

no acabarán mis cantos.

Yo cantor los elevo,

se reparten, se esparcen.

Aun cuando las flores

se marchitan y amarillecen,

serán llevadas allá,

al interior de la casa

del ave de plumas de oro.

Hasta la próxima y... ¡anímense a opinar!