martes, 23 de octubre de 2007

Emile Reynaud y el Día Mundial de la Animación

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez

Hace exactamente 115 años que los dibujos animados vieron la luz por primera vez. Sí, a finales del siglo XIX un ingenioso hombre dio vida a diversos personajes. Como todos sabemos, antes de que la animación naciera como tal una serie de trucos ópticos recrearon la pupila de los espectadores: la Linterna Mágica de Athanasius Kircher, los Títeres de Sombra, Fantasmagorie de Etienne Gaspard Robert de Lieja (Robertson), el Fantascopio de Joseph Plateu, el Zootropo, el Kineógrafo, el Fusil Fotográfico, el Mutoscopio de Edison y desde luego el Kinestoscospio patentado por éste. Pero no fue hasta 1892 cuando aparecieron en pantalla imágenes proyectadas cuadro por cuadro, lo que otorgaba a la imagen el movimiento continuo que el cine daría algunos años después. Sí, Emile Reynaud se coronó como el padre de la animación (aunque algunos señalen lo contrario y los gringos hagan alarde de sus artistas animadores).

En esta ocasión hablaremos de Emile Reynaud, ya que el 28 de octubre se celebra, en 35 países, el Día Mundial de la Animación, pero para México pasa totalmente desapercibido. Si al cine nacional sólo ahora se le pone un poco de atención qué podemos esperar de la animación hecha en el país. Hace apenas un par de años la ASIFA (Asociación Internacional de Filmes de Animación) decretó el 28 de octubre como la fecha en que el mundo animado debía celebrar el nacimiento de este arte… todo en honor a un ingenioso hombre: Emile Reynaud.

En pantalla Fue el 28 de octubre de 1892 cuando Emile Reynaud presentó la primera proyección de su Teatro Óptico en el Museo Geuin en París. Ahí el público pudo ver: Un bon bock (Una buena cerveza), animación que contaba con 700 cuadros y que se realizó entre 1888 y 1889; y Le Clown et ses chiens (El payaso y los perros), con 500 cuadros, realizada en 1890; y Pauvre Pierrot (Pobre Pierrot), con 500 cuadros, concluido en 1891.

Historias Seriadas Después de esas primeras animaciones siguieron otras como: Autour d’une cabine, realizada también con 500 cuadros en 1894. Esta historia se desarrolla en la playa donde algunos personajes se lanzan clavados en el mar. Ahí, una mujer de largo vestido azul y cargando un perro entre sus brazos entra a una cabina a cambiarse la ropa. Un hombre la espía hasta que otro llega a reclamarle. Los escenarios son simples: arena, mar, dos cabinas y al fondo unos riscos. Todos estos logros de Reynaud son importantísimos y claves en la historia de la animación, pues el artista francés fue el primero en lograr imágenes en movimiento no cíclicas y que contaban historias completas, anticipándose al cine. Sin embargo, años antes Reynaud ya había experimentado con imágenes animadas en ciclo y realizó pequeñas secuencias que usó como tiras del praxinoscopio: L’equilibiste, donde un joven con traje rosa hace equilibrio al sostener con los pies un cilindro anaranjado; Le saut à la corde, una niña de vestido azul, moño rosa, botas negras y largas trenzas, salta la cuerda; Les repas des poulets, que muestra a una niña de vestido rojo y cabello suelto alimentando a tres pollos; Les papillons: dos mariposas de colores vuelan sin cesar sobre una rosa rosa; Le trapèziste, donde un hombre hace piruetas en un trapecio. De estos primeros esfuerzos de Reynaud no hay fechas exactas registradas.

En labios de…La animación no es ilusión de vida… es la vida misma”. Chuck Jones, animador estadounidense.


El eterno crítico
Muchos creen que la animación nació con el cine, de ahí que liguen a ésta con el medio que la difunde. Recordemos que a final de cuentas el cine es sólo un truco óptico más que crea movimiento a partir del fenómeno de la persistencia. El movimiento no lo da el medio mismo, el cine es sólo metros y metros de imágenes que al pasar por un proyector a determinada velocidad (24 imágenes por segundo) el ojo humano las une y crea el movimiento del que carecen. Y bajo ese mismo principio Emile Reynaud dio movimiento a sus creaciones antes de que el cine apareciera. Edison patentó el Kinetoscopio en 1891, pero no lo presentó al público sino hasta 1893, y los Lumière aparecieron en escena con el cine hasta 1895. De ahí que Emilie Reynaud sea considerado el padre de los dibujos animados.

El fisgoneo Para todos aquellos que todavía no entienden o ligan bien los acontecimientos, ahora nos saldrá lo historiadores para explicar los hechos: Después de que Reynaud inventó el Paxinoscopio en 1877, por el cual ganó una mención especial en la Exposición Universal de París en 1878, unió sus talentos como ingeniero y el arte que heredó de su madre (ella era dibujante) para mejorar su invento. Y después de varios intentos creó imágenes sobre cinta transparente flexible, lo que le permitiría pasarla de una bobina a otra. Así creó el Teatro Óptico y los cortos llamados Pantominas Luminosas. El Teatro consistía en una serie de imágenes dibujadas y coloreadas a mano (cuadro por cuadro) por el propio Reynaud. Todas ellas se pintaban en una tira de película transparente, perforada por él mismo, la cual pasaba por una serie de bobinas. La banda contaba con una fuente de luz, que pasaba por cada imagen, la que era reflejada por un espejo. Éste la ampliaba y la proyectaba a una pantalla para que el público la viera. ¡Ah!, pero
Reynaud era tan inquieto que en las presentaciones realizaba efectos de sonido, creados con electricidad, además de que se hacía acompañar del pianista Gaston Paulin para otorgar a las animaciones la música idónea.

Sus presentaciones fueron todo un éxito hasta 1895 cuando los hermanos Lumière aparecieron. Un año después Reynaud presentó una película dirigida por él mismo y protagonizada por los payasos Foottit y Chocolat. Pero sus presentaciones comenzaron a decaer hasta que en 1900 terminó su contrato. Fue olvidado por las personas, cayó en la miseria y un día tomó el martillo y destruyó el Teatro Óptico. Entonces, triste y arruinado una noche de enero de 1910 tiró sus creaciones al río Sena. Debido a la fuerte depresión que lo siguió por muchos años fue internado en un manicomio de Ivry, donde murió en 1918.

El ojo del animadorLa animación no es el arte de dibujar el movimiento, sino de mover dibujos”. Norman McLaren, animador escocés.

Nuevamente ésta es una sencilla forma de dar nuestro agradecimiento a un hombre que pocas veces es recordado. La mayoría se va con la finta de ver a Disney como el creador de los dibujos animados, pero antes que él hubo verdaderos artistas que le dieron vida a sus propias historias. Enmile Reynaud fue un hombre ingenioso que dio pie al nacimiento de otros inventos y comenzó el camino para crear y perfeccionar la animación. Sin él, simple y sencillamente hoy no conoceríamos ese mundo maravilloso que es el animado. ¡Feliz Día Mundial de la Animación! y… ¡Anímense a opinar!

Originalmente publicado en: www.cenizas.com.mx, octubre 2007


domingo, 21 de octubre de 2007

Respuesta a artículo publicado en Día Siete

¡Saludos animados!

La revista Día Siete 376, correspondiente al 21 de octubre de 2007, publicó un artículo titulado "Caricaturas vs. vacas sagradas", firmado por Carolina Amezquita Pino, en el que hay diversos desaciertos en relación con la animación en el país, por lo que nos permitimos enviarles una carta de respuesta. Como dudamos muchísimo que la publiquen, la reproducimos en este espacio para la consideración de los lectores de este blog. Aquí va:


Señor Director:

Leímos con mucho interés el artículo titulado "Caricaturas vs. vacas sagradas" de su colaboradora Carolina Amezquita Pino, publicado en Día Siete 376 y nos permitimos hacer las siguientes observaciones:

Si bien es cierto que el texto mencionado intenta un acercamiento al desarrollo histórico y, en especial, a la situación actual del cine de animación en México, la autora del mismo comete algunos desaciertos que a continuación le señalamos.
En primer lugar, el propio título del artículo resulta bastante desafortunado. "Caricaturas vs. vacas gordas" no tiene prácticamente ninguna relación con el contenido, además de que, si bien "Caricaturas" es el término más usado para referirse a los dibujos animados, éste es erróneo. Caricatura es un género periodístico en el que, por medio de un dibujo fijo, el caricaturista hace mofa de personajes o situaciones sociales reales, mientras que la animación es el arte de dar movimiento a dibujos y diseños que originalmente no lo tienen.
Por otro lado, en la página 52, la autora hace el recuento de los largometrajes animados mexicanos producidos desde 1976 y hasta 1987. En su breve lista, comete varios errores:
* Los Tres Reyes Magos sí fue dirigida por Fernando Ruiz, pero no codirigida por "Adolfo López Portillo", sino por Adolfo Torres Portillo (quien ya en la realidad poco dirigió, pero en fin...).
* Los Supersabios, aunque siempre se ha señalado que fue dirigida por Anuar Badín y de manera oficial así debe hacerse porque en los créditos de la cinta él aparece como director, la realidad es que la película fue dirigida por los hermanos Ángel y César Cantón. No hubiera estado mal que su colaboradora se informase al respecto y ayudara a tumbar de una vez el mito para darle honor a quien honor merece.
* Es muy grave poner como películas mexicanas a Katy la oruga y Katy, Kiki y Koko, pues si bien es cierto que fueron producidas por Carlos Amador (y no sólo por él, también por Televisa y Silvia Roche), ambos largometrajes fueron realizados en España por los estudios Moro (también, por cierto, responsables del emblemático Cantinflashow). La señora Amezquita sólo se refiere a este hecho en relación con la primera cinta y con las palabras "realizada por un equipo español", con lo que se da la connotación de que no fue un estudio formal quien la hizo, sino sólo un grupo de animadores españoles.
* Finalmente, al referirse a Las aventuras de Oliver Twist, de Fernando Ruiz, la autora afirma que fue animada por computadora, lo cual es un dato completamente apócrifo. Para 1987, la animación por computadora daba sus primeros pasos en el mundo (cfr. The Great Mouse Detective, 1986, de los Estudios Disney, donde por primera vez se combinaba la animación tradicional con la computarizada) y era imposible que en México ya se contase con la tecnología para realizar todo un largometraje con esta técnica. Por cierto, tenemos la fortuna de conocer personalmente al señor Fernando Ruiz y a varios miembros del equipo que trabajó en esa y otras de sus producciones y ninguno de ellos nos ha comentado que se hubiese usado la computadora para esta película.

En otra parte del artículo (página 51), la señora Amezquita menciona al señor Carlos Sandoval Bennett como "otro pilar del género" y sí, tiene toda la razón, don Carlos Sandoval debe ser considerado no sólo como tal, sino como el verdadero impulsor y pionero de la animación en el país. Lo que olvidó asentar su colaboradora, porque seguramente no lo sabe, es que el señor Sandoval falleció hace dos años, en 2005, y NINGÚN medio de comunicación en el país (incluyendo a Día Siete) dedicó una sola línea en homenaje, recuerdo o simplemente para informar de la triste noticia y esto se debe a que a los medios sólo les interesa hablar de animación en el país cuando parece empezar a convertirse en negocio (incluyendo a Día Siete).

Esperamos que estas aclaraciones sean útiles (aunque dudamos que las publiquen) porque no se vale acordarse de que hay animación en México sólo cuando hay esporádicos renacimientos de este arte. Ojalá, de veras, ahora sí se anime la desangelada industria nacional.

Atentamente
Lic. María Celeste Vargas Martínez
Lic. Daniel Lara Sánchez
Investigadores e historiadores de la Animación en México y en el mundo