lunes, 12 de noviembre de 2007

La leyenda de la Nahuala... ¿dónde están los guionistas en la animación?

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez

Después de la aburrida Magos y Gigantes (con la que los niños a los 20 minutos ya estaban haciendo de las suyas en el cine), de la poco recordada Imaginum (en la que sólo dos parejas estábamos en la gran sala cinematográfica) y de Una película de Huevos (que empezó bien pero poco a poco perdió interés por no poder mantener su relato), teníamos la esperanza de que por fin llegara a la pantalla grande una producción animada que en verdad dijera con orgullo Hecho en México... pero no.

El pasado 1 de noviembre asistimos al estreno de La leyenda de la Nahuala y en el cine habíamos unas 50 u 80 personas, lo que hacía ver la gran sala casi vacía. Niños acompañados de sus padres y parejas sin hijos dispuestas a pasar un buen rato. Después de los extralargos comerciales (algo se debería hacer para regularlos porque es un terrible martirio), comenzó la cinta. A los veinte minutos uno de nosotros se llevó la mano a la boca y pensó: “Le falta mucho a la animación nacional”. Aun así vimos la película hasta el final, a pesar de que algunas personas comenzaron a salirse, y a los niños les dio por preguntar a sus padres: “¿Qué dijo?, ¿Y esos quiénes son?, ¿Ésa es la buena o la mala?, ¿Eso qué es?” . Es cierto que hubo risas en el público a lo largo de la película, pero nada más.

Si fuéramos subjetivos, diríamos que los guionistas de largometrajes animados nacionales están olvidados en algún lugar, esperando a ser descubiertos. Pero no es así, la objetividad nos hace decir que en México no hay guionistas para el arte de animar y mientras la situación siga así jamás habrá industria animada en nuestro país y las producciones seguirán siendo tan mediocres como hasta ahora. Éste es el caso de La leyenda de la Nahuala, una cinta con buenas intenciones, pero con defectos importantes en su realización.

Recordemos que animar no es sólo generar movimiento en aquello que no lo tiene, animar es dar vida, hacer que el público crea que lo que está viendo es un poco real y por lo tanto se involucre en la historia. Y esto es uno de los primeros fallos de La leyenda de la Nahuala. La idea era buena, pero la manera de presentar el relato es bastante floja y sin fuerza. Está bien resaltar nuestras costumbres y tradiciones mexicanas y plasmarlas en una película, sin embargo, hay que saber hacerlo. En el caso de la cinta mencionada, el planteamiento es bastante largo, lo que puede ocasionar distracción, aburrimiento y falta de interés por parte del público. El nudo no queda claro y el desenlace es muy rápido, predecible y sin fuerza.

La historia, el relato que debe estar perfectamente manejado por un buen guionista, en La leyenda de la Nahuala cae en el tedio y poco interés. Animex pensó en exaltar las tradiciones nacionales, todo ello mediante un elemento primordial en nuestra cultura: las leyendas. Y para ello nada mejor que los nahuales, tradiciones orales que se han expandido en nuestro pueblo. Sin embargo, no basta tener una idea y explotarla a medias, en necesario definirla completamente y pensarla para un medio en específico como es el cine, con un tiempo determinado, y para un público en particular: los niños. Para un público infantil es necesaria mayor claridad y más rapidez en la historia (una característica propia de nuestros tiempos en los medios audivisuales a los que están acostumbrados, para bien o para mal, nuestros niños). Cuando hay una buena historia las carencias en la animación poco importan... de verdad.

Hace ya un año ofrecimos una conferencia en la Feria del libro en Aguascalientes, ahí hablamos de comic (sí, diferente a la animación , pero un lazo familiar los une) y lo que decíamos a los jóvenes (principal público) era que no bastaba con que ellos fueran excelentes artistas (imitadores del manga o creadores originales): si no sabían contar historias, sus creaciones no tendrían éxito. Porque la historia será la que salve a un buen producto, si pensamos que éste generará ganancias y estará involucrado con el dinero. No basta que el espectador quede atónito, por la belleza o mal manejo de la creación artística, sino que debe estar inmerso en la historia, degustarla poco a poco, saborear cada momento y salir satisfecho por pagar un boleto y dedicar más de una hora de su tiempo a una película.

En el caso de Animex el talento artístico lo hay, pero no saben contar historias para un largometraje animado.

Y para que no digan que ya nos ensañamos con el relato, a continuación mencionaremos lo que para nosotros son los puntos fuertes y los débiles de La leyenda de la Nahuala:

Lo bueno:

  • Los créditos es lo mejor de toda la película. Son originales, bastante artísticos, aunque muy breves para la lectura del público. Visualmente son atractivos, con muy buen manejo del color y con una composición bien lograda. Lamentablemente, cuando uno como espectador los ve piensa que detrás viene una producción a la altura de los créditos... pero no es así.
  • El estilo del diseño de personajes, muy de Ricardo Arnáíz, es netamente original y no necesita copiar al animé o a algún otro estilo de animación extranjera.
  • La música es muy mexicana, de excelente calidad y original. No como Imaginum, sólo por mencionar alguna, que recurre a canciones en inglés que nada tienen que ver con la historia. El hecho de usar una orquesta en vivo, como lo hacen las grandes producciones, le da a la cinta un toque especial (hasta donde sabemos es la primera producción nacional animada en usar este recurso). En casi toda la película, la música fortalece los estados de ánimo de los personajes, contribuye a la apreciación de los ambientes, y forma parte importante de las acciones realizadas. Esta es la función que debe cumplir la música en una película.
  • Los fondos están muy bien realizados, los detalles logran recrear escenarios reales. Se observa un trabajo esmerado por parte de los fondistas. Se nota que fue un aspecto muy cuidado y que hubo una labor de observación e investigación al respecto.
  • Algunos gags que logran arrancarle al público (infantil y adulto) varias carcajadas.
  • Hubo una buena elección de los actores que prestaron sus voces para los personajes.
  • Algo que hay que aplaudir es que no hay canciones melosas, cursis, fuera de lugar o en cada cambio de escena como ocurría en antiguas producciones internacionales y en recientes nacionales.
  • El manejo de los colores tanto en los personajes como en diversas acciones. ¿Qué seria de la niña fresa sin su rosa símbolo de feminidad y delicadeza (al menos en nuestra cultura)? ¿De esos colores fríos de la Nahuala? ¿O de aquellos cálidos en la batalla final?

Lo malo:

  • La mala animación: los personajes jamás se integraron con los fondos. Ambos eran elementos discordantes en un medio donde debe haber fusión entre ellos. Se perdió la excelente calidad de los fondos, dado que los personajes parecían estar en otra dimensión y flotar sobre los mismos (Sí, Leo caminaba sobre las calles). Esta falta de unión es algo desfavorable porque puede general distracción en el espectador: o te fijas en los fondos o en los personajes. Por si fuera poco, los movimientos de éstos son acartonados y mecánicos... se carece de naturalidad.
  • Y ya que hablamos de los personajes, lamentablemente éstos tienen también algunas carencias. No tienen una personalidad sólida, que ayude al relato mismo y que contribuya a una buena identificación de parte del público. O, ¿alguien se identificó con alguno de ellos? La actitud y evolución del personaje es muy pobre a lo largo de la cinta. Alguien decía: “Todos los personajes nacen para ser vividos” y los personajes de La leyenda de la Nahuala surgieron sólo para ser medianamente animados.
  • Y aquí entra también el personaje de la Nahuala, que esperábamos fuera el ser maligno animado que nos mostrara que la animación mexicana está a la altura de otros países. Creemos que no es difícil mantener al bueno de la historia, pero crear a su némesis es lo interesante de todo. Y la Nahuala, como casi todos los personajes que representan a la maldad a lo largo de la historia animada nacional, sólo fue muy poco explotada. Físicamente es grotesca y perversa, lo que causó temor en el público infantil, pero el aspecto psicológico quedó a un lado.
  • Las dos pequeñas calaveritas de azúcar (que tienen lo suyo y mucho de ello a su favor) forman parte de algunas secuencias fuera de lugar y que al no ser bien manejadas cortan abruptamente la historia. Aquí, sin querer recordamos a las excelentes “babosas” de Lo que el agua se llevó que aunque corten la historia el espectador pide más de su actuación.
  • Algunos planos y movimientos de cámara nos hacían pensar que por un momento estábamos viendo la pésima producción del Chavo del 8 animado o un video corporativo de una empresa de bajo presupuesto para su mercadotecnia.
  • La edición deja mucho qué desear. No sólo por el recurso gastado del círculo que se abre y se cierra para pasar de escena a escena, sino porque los criterios de unión entre las secuencias no tienen lógica.
  • El manejo del clímax es bastante efímero y sin fuerza. Cuando uno desea ver más acción o la culminación plena de todo lo planeado nos quedamos con un hecho sin trascendencia. El punto final se reduce a un simple movimiento de un balero utilizado para todo a lo largo de la cinta (aquí nos acordamos de Bart Simpson y su inseparable resortera que también llevaba en el bolsillo del pantalón).
  • La música, tan bien empleada a lo largo de la película, en el clímax se perdió. Lo que debió ser la escena máxima para un elemento vital en la animación como es la música en este caso fue decepcionante su manejo. No tenía fuerza ni proyectaba emoción al espectador.
  • El mal manejo del silencio causaba dudas en la sala cinematográfica. Recordemos que una cinta animada el silencio, si se utiliza, es tan importante como la música misma, ya que es éste el que puede otorgar sentido a la historia, dar significado a algunas escenas o situaciones, profundizarlas, hacerlas relevantes. Y aquí el mal uso de este elemento nos hizo odiarlo por un momento.
  • En ocasiones no había una perfecta sincronización entre aquello que decía el personaje y el movimiento de sus labios. Tal pareciera que el movimiento labial no fue medido con la duración del diálogo de los actores. Así, cuando el personaje ya tenía la boca cerrada el diálogo aún seguía escuchándose (y viceversa).
  • Algo que no sabemos si fue problema de las copias entregadas a las salas cinematográficas o del sistema de audio de éstas, era el mal sonido. De pronto las voces de los personajes se escuchaban como un eco lejano del inframundo y la música lucía en todo su esplendor. A veces no se entendía lo que el personaje decía y había que adivinar.

Grosso modo, los puntos señalados arriba son algo de lo que nosotros pudimos apreciar. Lo señalamos de la manera más simple, dejando de lado análisis teóricos que no vienen al caso en este momento. Sin embargo, podemos concluir afirmando que faltan en México verdaderos guionistas especializados en animación. El guión de La leyenda de la nahuala tiene sus momentos, pero desafortunadamente son más sus inconsistencias, con todo y la asesoría del afamado animador y productor Phil Roman.

Lo que decimos es sólo nuestro punto de vista, no es la neta de netas (aunque no estaría mal checar algunos chats al respecto) ni lo hacemos sólo con afán de criticar. Por el contrario, lo que deseamos en que los realizadores mexicanos se den cuenta de aquello en lo que están fallando, para que la animación nacional empiece a despuntar y tenga calidad internacional. Admiramos el talento de Ricardo Arnáiz y su grupo, conocemos algunas de sus producciones anteriores de gran calidad, los apreciamos mucho, mas no por ello complaceremos a todos hablando bien de una cinta que tiene serios problemas en su creación... La crítica se puede tomar para bien o para mal, todo depende de la percepción de cada espectador.

Por el momento, es todo. Hasta la próxima y... ¡anímense a opinar!

martes, 23 de octubre de 2007

Emile Reynaud y el Día Mundial de la Animación

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez

Hace exactamente 115 años que los dibujos animados vieron la luz por primera vez. Sí, a finales del siglo XIX un ingenioso hombre dio vida a diversos personajes. Como todos sabemos, antes de que la animación naciera como tal una serie de trucos ópticos recrearon la pupila de los espectadores: la Linterna Mágica de Athanasius Kircher, los Títeres de Sombra, Fantasmagorie de Etienne Gaspard Robert de Lieja (Robertson), el Fantascopio de Joseph Plateu, el Zootropo, el Kineógrafo, el Fusil Fotográfico, el Mutoscopio de Edison y desde luego el Kinestoscospio patentado por éste. Pero no fue hasta 1892 cuando aparecieron en pantalla imágenes proyectadas cuadro por cuadro, lo que otorgaba a la imagen el movimiento continuo que el cine daría algunos años después. Sí, Emile Reynaud se coronó como el padre de la animación (aunque algunos señalen lo contrario y los gringos hagan alarde de sus artistas animadores).

En esta ocasión hablaremos de Emile Reynaud, ya que el 28 de octubre se celebra, en 35 países, el Día Mundial de la Animación, pero para México pasa totalmente desapercibido. Si al cine nacional sólo ahora se le pone un poco de atención qué podemos esperar de la animación hecha en el país. Hace apenas un par de años la ASIFA (Asociación Internacional de Filmes de Animación) decretó el 28 de octubre como la fecha en que el mundo animado debía celebrar el nacimiento de este arte… todo en honor a un ingenioso hombre: Emile Reynaud.

En pantalla Fue el 28 de octubre de 1892 cuando Emile Reynaud presentó la primera proyección de su Teatro Óptico en el Museo Geuin en París. Ahí el público pudo ver: Un bon bock (Una buena cerveza), animación que contaba con 700 cuadros y que se realizó entre 1888 y 1889; y Le Clown et ses chiens (El payaso y los perros), con 500 cuadros, realizada en 1890; y Pauvre Pierrot (Pobre Pierrot), con 500 cuadros, concluido en 1891.

Historias Seriadas Después de esas primeras animaciones siguieron otras como: Autour d’une cabine, realizada también con 500 cuadros en 1894. Esta historia se desarrolla en la playa donde algunos personajes se lanzan clavados en el mar. Ahí, una mujer de largo vestido azul y cargando un perro entre sus brazos entra a una cabina a cambiarse la ropa. Un hombre la espía hasta que otro llega a reclamarle. Los escenarios son simples: arena, mar, dos cabinas y al fondo unos riscos. Todos estos logros de Reynaud son importantísimos y claves en la historia de la animación, pues el artista francés fue el primero en lograr imágenes en movimiento no cíclicas y que contaban historias completas, anticipándose al cine. Sin embargo, años antes Reynaud ya había experimentado con imágenes animadas en ciclo y realizó pequeñas secuencias que usó como tiras del praxinoscopio: L’equilibiste, donde un joven con traje rosa hace equilibrio al sostener con los pies un cilindro anaranjado; Le saut à la corde, una niña de vestido azul, moño rosa, botas negras y largas trenzas, salta la cuerda; Les repas des poulets, que muestra a una niña de vestido rojo y cabello suelto alimentando a tres pollos; Les papillons: dos mariposas de colores vuelan sin cesar sobre una rosa rosa; Le trapèziste, donde un hombre hace piruetas en un trapecio. De estos primeros esfuerzos de Reynaud no hay fechas exactas registradas.

En labios de…La animación no es ilusión de vida… es la vida misma”. Chuck Jones, animador estadounidense.


El eterno crítico
Muchos creen que la animación nació con el cine, de ahí que liguen a ésta con el medio que la difunde. Recordemos que a final de cuentas el cine es sólo un truco óptico más que crea movimiento a partir del fenómeno de la persistencia. El movimiento no lo da el medio mismo, el cine es sólo metros y metros de imágenes que al pasar por un proyector a determinada velocidad (24 imágenes por segundo) el ojo humano las une y crea el movimiento del que carecen. Y bajo ese mismo principio Emile Reynaud dio movimiento a sus creaciones antes de que el cine apareciera. Edison patentó el Kinetoscopio en 1891, pero no lo presentó al público sino hasta 1893, y los Lumière aparecieron en escena con el cine hasta 1895. De ahí que Emilie Reynaud sea considerado el padre de los dibujos animados.

El fisgoneo Para todos aquellos que todavía no entienden o ligan bien los acontecimientos, ahora nos saldrá lo historiadores para explicar los hechos: Después de que Reynaud inventó el Paxinoscopio en 1877, por el cual ganó una mención especial en la Exposición Universal de París en 1878, unió sus talentos como ingeniero y el arte que heredó de su madre (ella era dibujante) para mejorar su invento. Y después de varios intentos creó imágenes sobre cinta transparente flexible, lo que le permitiría pasarla de una bobina a otra. Así creó el Teatro Óptico y los cortos llamados Pantominas Luminosas. El Teatro consistía en una serie de imágenes dibujadas y coloreadas a mano (cuadro por cuadro) por el propio Reynaud. Todas ellas se pintaban en una tira de película transparente, perforada por él mismo, la cual pasaba por una serie de bobinas. La banda contaba con una fuente de luz, que pasaba por cada imagen, la que era reflejada por un espejo. Éste la ampliaba y la proyectaba a una pantalla para que el público la viera. ¡Ah!, pero
Reynaud era tan inquieto que en las presentaciones realizaba efectos de sonido, creados con electricidad, además de que se hacía acompañar del pianista Gaston Paulin para otorgar a las animaciones la música idónea.

Sus presentaciones fueron todo un éxito hasta 1895 cuando los hermanos Lumière aparecieron. Un año después Reynaud presentó una película dirigida por él mismo y protagonizada por los payasos Foottit y Chocolat. Pero sus presentaciones comenzaron a decaer hasta que en 1900 terminó su contrato. Fue olvidado por las personas, cayó en la miseria y un día tomó el martillo y destruyó el Teatro Óptico. Entonces, triste y arruinado una noche de enero de 1910 tiró sus creaciones al río Sena. Debido a la fuerte depresión que lo siguió por muchos años fue internado en un manicomio de Ivry, donde murió en 1918.

El ojo del animadorLa animación no es el arte de dibujar el movimiento, sino de mover dibujos”. Norman McLaren, animador escocés.

Nuevamente ésta es una sencilla forma de dar nuestro agradecimiento a un hombre que pocas veces es recordado. La mayoría se va con la finta de ver a Disney como el creador de los dibujos animados, pero antes que él hubo verdaderos artistas que le dieron vida a sus propias historias. Enmile Reynaud fue un hombre ingenioso que dio pie al nacimiento de otros inventos y comenzó el camino para crear y perfeccionar la animación. Sin él, simple y sencillamente hoy no conoceríamos ese mundo maravilloso que es el animado. ¡Feliz Día Mundial de la Animación! y… ¡Anímense a opinar!

Originalmente publicado en: www.cenizas.com.mx, octubre 2007


domingo, 21 de octubre de 2007

Respuesta a artículo publicado en Día Siete

¡Saludos animados!

La revista Día Siete 376, correspondiente al 21 de octubre de 2007, publicó un artículo titulado "Caricaturas vs. vacas sagradas", firmado por Carolina Amezquita Pino, en el que hay diversos desaciertos en relación con la animación en el país, por lo que nos permitimos enviarles una carta de respuesta. Como dudamos muchísimo que la publiquen, la reproducimos en este espacio para la consideración de los lectores de este blog. Aquí va:


Señor Director:

Leímos con mucho interés el artículo titulado "Caricaturas vs. vacas sagradas" de su colaboradora Carolina Amezquita Pino, publicado en Día Siete 376 y nos permitimos hacer las siguientes observaciones:

Si bien es cierto que el texto mencionado intenta un acercamiento al desarrollo histórico y, en especial, a la situación actual del cine de animación en México, la autora del mismo comete algunos desaciertos que a continuación le señalamos.
En primer lugar, el propio título del artículo resulta bastante desafortunado. "Caricaturas vs. vacas gordas" no tiene prácticamente ninguna relación con el contenido, además de que, si bien "Caricaturas" es el término más usado para referirse a los dibujos animados, éste es erróneo. Caricatura es un género periodístico en el que, por medio de un dibujo fijo, el caricaturista hace mofa de personajes o situaciones sociales reales, mientras que la animación es el arte de dar movimiento a dibujos y diseños que originalmente no lo tienen.
Por otro lado, en la página 52, la autora hace el recuento de los largometrajes animados mexicanos producidos desde 1976 y hasta 1987. En su breve lista, comete varios errores:
* Los Tres Reyes Magos sí fue dirigida por Fernando Ruiz, pero no codirigida por "Adolfo López Portillo", sino por Adolfo Torres Portillo (quien ya en la realidad poco dirigió, pero en fin...).
* Los Supersabios, aunque siempre se ha señalado que fue dirigida por Anuar Badín y de manera oficial así debe hacerse porque en los créditos de la cinta él aparece como director, la realidad es que la película fue dirigida por los hermanos Ángel y César Cantón. No hubiera estado mal que su colaboradora se informase al respecto y ayudara a tumbar de una vez el mito para darle honor a quien honor merece.
* Es muy grave poner como películas mexicanas a Katy la oruga y Katy, Kiki y Koko, pues si bien es cierto que fueron producidas por Carlos Amador (y no sólo por él, también por Televisa y Silvia Roche), ambos largometrajes fueron realizados en España por los estudios Moro (también, por cierto, responsables del emblemático Cantinflashow). La señora Amezquita sólo se refiere a este hecho en relación con la primera cinta y con las palabras "realizada por un equipo español", con lo que se da la connotación de que no fue un estudio formal quien la hizo, sino sólo un grupo de animadores españoles.
* Finalmente, al referirse a Las aventuras de Oliver Twist, de Fernando Ruiz, la autora afirma que fue animada por computadora, lo cual es un dato completamente apócrifo. Para 1987, la animación por computadora daba sus primeros pasos en el mundo (cfr. The Great Mouse Detective, 1986, de los Estudios Disney, donde por primera vez se combinaba la animación tradicional con la computarizada) y era imposible que en México ya se contase con la tecnología para realizar todo un largometraje con esta técnica. Por cierto, tenemos la fortuna de conocer personalmente al señor Fernando Ruiz y a varios miembros del equipo que trabajó en esa y otras de sus producciones y ninguno de ellos nos ha comentado que se hubiese usado la computadora para esta película.

En otra parte del artículo (página 51), la señora Amezquita menciona al señor Carlos Sandoval Bennett como "otro pilar del género" y sí, tiene toda la razón, don Carlos Sandoval debe ser considerado no sólo como tal, sino como el verdadero impulsor y pionero de la animación en el país. Lo que olvidó asentar su colaboradora, porque seguramente no lo sabe, es que el señor Sandoval falleció hace dos años, en 2005, y NINGÚN medio de comunicación en el país (incluyendo a Día Siete) dedicó una sola línea en homenaje, recuerdo o simplemente para informar de la triste noticia y esto se debe a que a los medios sólo les interesa hablar de animación en el país cuando parece empezar a convertirse en negocio (incluyendo a Día Siete).

Esperamos que estas aclaraciones sean útiles (aunque dudamos que las publiquen) porque no se vale acordarse de que hay animación en México sólo cuando hay esporádicos renacimientos de este arte. Ojalá, de veras, ahora sí se anime la desangelada industria nacional.

Atentamente
Lic. María Celeste Vargas Martínez
Lic. Daniel Lara Sánchez
Investigadores e historiadores de la Animación en México y en el mundo

martes, 18 de septiembre de 2007

Pronto: La Leyenda de la Nahuala, sólo en cines

Sin duda, el verano cinematográfico de este 2007, lleno de expectativas al principio, no dejó un buen sabor de boca entre los cinéfilos. Y claro, qué se puede esperar del cine Made in Hollywood, cada vez más repetitivo y gastado. Curiosamente, las películas hollywoodenses que más comentarios despertaron entre el público y la crítica, fueron las animadas: Shrek Tercero, Ratatouille y, por supuesto, Los Simpson. Ante este panorama, hemos decidido retomar el tema de la animación hecha en el país preguntándonos: en el futuro, ¿alguna película animada mexicana tendrá su lugar de honor en el verano cinematográfico?

No lo sabemos, pero el próximo día de muertos pinta muy interesante para la animación nacional: ese día, se estrenará (sólo en cines) el largometraje La leyenda de la nahuala, que ya desde el título y lo que se ha podido saber del contenido, suena atrayente. Esta cinta está siendo producida por el estudio Animex 2D, empresa llena de talento y juventud dirigida por Ricardo Arnáiz, diseñador gráfico poblano, fan de Charles M. Schulz, creador de los fabulosos Peanuts y de Jim Davis, papá de Garfield.

Conocimos a Ricardo en noviembre de 2003, dentro de un evento que nunca se volvió a organizar: Utopía, donde intentaba dársele un espacio al cómic y a la animación. Pasó el tiempo y pudimos entrevistarlo varias veces, con lo que nos dimos cuenta que el buen Arnáiz no sólo hace animación, sino que también la ama y la disfruta (algo muy importante si uno se quiere dedicar a este arte). Esperamos que Ricardo contagie a su equipo el ánimo y el gusto por la animación. Esto, sin duda, será un buen inicio para La leyenda de la nahuala.

En pantalla Como ya hemos mencionado, hay que marcar el día de muertos del presente año como fecha para el estreno de la nahuala. Pero no es el primer intento de Animex 2D por hacer llegar una buena historia a la pantalla grande. El 13 de mayo de 2004, mediante una conferencia de prensa muy concurrida, el estudio anunció la preproducción de Maya, la primera gran historia, cinta que supuestamente se estrenaría a finales del 2005 y que sería el primer largometraje producido por la empresa. Todo pintaba excelente: se creó una empresa nueva, llamada Ceiba producciones, conformada por Ricardo Arnáiz, Bruno Bichir y el cantante Emmanuel; se contaba con la asesoría de gente importante en la industria de la animación estadounidense como Mike Kunkel, animador de películas como Mulán; se tenía un presupuesto de 3 millones de dólares; la idea original era creativa y muy buena: reflejar el mundo maya en un largometraje animado nacional... pero, desafortunadamente, las cosas no salieron como se deseaba. Hubo diferencias creativas entre los productores, principalmente por la insistencia de Bichir en alargar y controlar el guión original, lo que no gustó (y con toda razón) a Ricardo Arnáiz. Finalmente, Bruno salió del proyecto, la producción se detuvo y, hasta la fecha, se encuentra suspendida en el aire, en espera de que el estudio la retome. Ojalá así sea.

Historias Seriadas El estudio Animex 2D fue, de hecho, fundado con el propósito de realizar series animadas originales para televisión. Esto sucedió en 1998 en la ciudad de Puebla y, a partir del año 2000 (cuando realizaron ocho episodios de dos minutos de una serie titulada Diti Don Pepi Dom) inició su camino por la casi nula industria de la animación nacional. El estudio se encargó de hacer cortinillas para Andrés Bustamante y sus participaciones en mundiales y juegos olímpicos, así como aquellos divertidísimos personajes llamados Gorgojo y Comején (2002-2003) que también presentaba el gran “Ponchito”; asimismo, han realizado animaciones sobre La familia Burrón (2002), Fábulas de policías y ladrones (2002, basados en las tiras cómicas de Trino), Cápsulas Futboleras (2002, también con monos de Trino), los cortometrajes ¡Nooooo! (2003), Se busca extraterrestre (2001), Cazadores de Monstruos (2002, que ganó dos premios en el Festival Pantalla de Cristal) y, en especial, la exitosa serie Roncho, el perro mala pata (2003), colección de 30 episodios de un minuto y medio de duración, sobre un perro de color azul al que nada le sale bien. Los episodios de Roncho no tienen diálogo, pero los movimientos del personaje y la banda sonora muestran una historia completa y divertida en cada capítulo. Esta serie, que ha sido vista en Holanda, Italia, España, Canadá y otros países, sólo pudo ser apreciada en México por el canal de paga Locomotion. ¿Hasta cuando nuestros canales de televisión abierta tendrán el interés de apoyar a la animación netamente mexicana?

En labios de... “La animación 3D es increíble y también es artística y tiene todos los elementos que pueda tener, pero la animación tradicional tiene algo... tiene un cierto encanto que yo creo que nunca va a caducar.” Ricardo Arnáiz.

El eterno crítico Si algo hay que resaltar de las producciones de Animex 2D, es que tienen un estilo definido en su diseño de imagen y en sus guiones. A pesar de que en los dibujos y diseños de Arnáiz puede palparse la influencia de sus “maestros” Schulz y Davis, no cabe duda que son originales y cuentan con elementos mexicanos. Lo mismo las historias: tienen chispa, creatividad y un toque nacional. Esperamos de todo corazón que La leyenda de la nahuala sea la confirmación y no la pérdida de este estilo.

El fisgoneo Una vez más, las cosas pintan bien en el papel: La leyenda de la nahuala tendrá un costo total de más de 20 millones de pesos; en su elaboración, se está usando por primera vez en México el software Toon Boom Harmony; la cinta tendrá 180 mil dibujos, más de 3 mil cuadros de storyboard y 6 mil escenarios (entre los cuales veremos representados lugares emblemáticos de la capital poblana como la Biblioteca Palafoxiana o la Catedral); entre el elenco de voces se menciona ya a Ofelia Medina, Andrés Bustamante, Jesús Ochoa y Rafael Inclán; el guión (ambientado en la Puebla de 1807 y que cuenta la historia de Leo, un niño que debe rescatar a su hermano del espíritu de la nahuala) retoma elementos de la cultura mexicana como las tradiciones del día de muertos o los alebrijes; los guionistas (Omar Mustre y Antonio Garci) son los mismos que trabajan con el “Güiri-Güiri”; la música es original (no como en las producciones de Ánima Estudios), creada por Gabriel Villar y con un diseño de audio realizado mediante sonidos reales, grabados en Puebla; se cuenta con la asesoría nada menos que de Phil Roman, una leyenda en la industria de la animación mundial; la producción es apoyada por Fidecine y el gobierno de Puebla... ¿podrá salir algo mal? ¡Esperemos que no!

El ojo del animador “El futuro de la animación en México está por escribirse. No podría decir que vamos para arriba, pero sí que hay varias personas esforzándose (...) Hay gente que lo queremos hacer, nada más falta gente del otro lado: empresarios, gente que nos pueda apoyar y el público en general”. Ricardo Arnáiz, animador, productor y director de animación.

No podemos negar que La leyenda de la nahuala ha sido muy publicitada. Prácticamente todos los medios impresos nacionales han hecho mención de que se está produciendo. Las expectativas son altas y deseamos que la película esté a la altura. Por hoy, queremos quedarnos con la imagen que pudimos percibir cuando, hace ya algunos meses, visitamos el lugar de trabajo de los animadores y creativos de Animex 2D: computadoras y lápices que no dejaban de moverse, gente divirtiéndose con su trabajo, con alma de niño, rodeados de juguetes, máscaras y carteles de películas exitosas. Quisiéramos que ese espíritu se contagie a la cinta y que, por fin, podamos hablar de una excelente película animada nacional, que ya hace mucha falta. Ricardo Arnáiz es un artista con mucho talento, estilo propio e ideas creativas, que puede comenzar a forjar un buen camino para el arte de animar mexicano si sigue fiel a sus ideas y no permite que quienes no saben nada de animación (aunque ellos juren y perjuren que sí) tomen el control de sus proyectos. ¡Enhorabuena, Ricardo! Aunque ya platicaremos de la cinta cuando se estrene, por el momento esperamos que el talento salga a flote. Por lo pronto, dense una vuelta por el sitio oficial de la nahuala: www.nahuala.com.mx y anímense a opinar.

Originalmente publicada en www.cenizas.com.mx


sábado, 21 de julio de 2007

Noticias

La animación mexicana parece estar tomando nuevo impulso. Después de muchos años de permanecer prácticamente en el olvido, en los últimos años parece resurgir de sus cenizas, como el ave fénix (perdón por el lugar común).
Entre los proyectos que vienen sonando fuerte, están un largometraje nuevo de Ánima Estudios (los creadores de Magos y Gigantes e Imaginum), la segunda parte de Una película de Huevos y, en especial, La leyenda de la nahuala, película que se estrenará entre finales de octubre y principios de noviembre del presente año, para coincidir con el día de muertos.
Esta producción, que intentará rescatar y mostrar diversas tradiciones nacionales relativas precisamente a la relación que los mexicanos tenemos con la muerte y el misterio, está siendo creada y animada por el estudio Animex 2D, responsables de varias producciones excelentes que, desafortunadamente, se conocen muy poco en el país, como Roncho, el perro cobarde.
Después de haber comenzado con una producción llamada Maya, que hasta la fecha está inconclusa, el estudio ha decidido volver al escenario del cine animado con La nahuala, la cual, esperamos, tenga una excelente calidad y mucho éxito en taquilla.
Próximamente, les ofreceremos más información sobre esta cinta.

miércoles, 11 de julio de 2007

Bienvenidos al blog de Animación Mexicana

Bienvenidos a este sitio donde intentaremos dar un espacio a la reflexión y análisis serio sobre el arte de la animación en México. Desde sus orígenes hasta la actualidad, la animación nacional ha sido poco favorecida, casi nunca apoyada, menospreciada y olvidada por muchos, en especial por los medios de la comunicación. Éste es un homenaje a quienes han dado su vida al arte de animar en México.
Los autores de este blog, María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez, se han dedicado durante más de seis años al estudio, documentación y análisis de la historia de la animación mexicana, sin ningún apoyo gubernamental o privado. El presente blog es una parte del resultado de estos esfuerzos.
Esperamos que sea del agrado de todos. Los comentarios son bienvenidos.